La actividad que tuvo como tema central el área de la salud, se llevó a cabo en el Campus Santo Domingo de dicha casa de estudios.
Monseñor Fernando Chomali Garib, Gran Canciller de la Universidad Católica de la Santísima Concepción participó en la mesa en representación de la Iglesia. El médico especialista en ginecología obstetricia y académico de la UCSC, Marcelo Lagos Subiabre, expuso acerca de la objeción desde una mirada bioética, y el abogado Javier Molina, fue el encargado de dar la visión legal.
La objeción de conciencia es el derecho de los individuos a rechazar un mandato que esté en contra de sus principios morales. El abogado Javier Molina señaló que existen tres herramientas legales que un médico podría utilizar si no se le respetara su derecho de objeción de conciencia: El recurso de protección de garantías constitucionales, la ley zamudio, en virtud de que nadie puede ser discriminado y en el sector privado, la acción de tutela laboral.
Monseñor Chomali, señaló que a pesar de que la verdad siempre será un misterio, se deja conocer, y que cuando una persona se equivoca, puede ser por ignorancia, por oportunismo o porque no tiene la capacidad de reconocer el error porque está enfermo. Agregó que “cuando hacemos lo que tenemos que hacer experimentamos satisfacción personal, y cuando no lo hacemos, y nos damos cuenta, pedimos perdón, pero nadie puede decidir por nosotros”, comentó.
Lagos dijo que existen dos tipos de conciencia: La profesional y la personal, y ambas deben ser protegidas en su espectro, pero deben ser separadas al momento de enfrentar casos médicos. Al respecto señaló que los médicos que hoy están a favor de políticas como el aborto y la eutanasia, están incurriendo en una falta a la ética profesional, ya que la medicina debe estar al servicio de la salud y de la vida del hombre, sin distinción alguna.