Una sociedad tan eficientista como la nuestra va dejando personas por el camino, personas a las que hay que dedicarles más tiempo y atención, pero logran hacer algo extraordinario que nos recuerda que nuestra dignidad de seres humanos no es por lo que hacemos, sino por lo que somos, porque existimos”.
Con estas palabras se refería el Arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, a la exitosa obra social inclusiva Lavandería Industrial 21, puesta en marcha por el Arzobispado hace ocho años y que hoy es referente de buen hacer.
En una entrevista con canal TVU, el Arzobispo recordó que esta empresa de inclusión, que contrata a personas con síndrome de Down -“que en Chile han sido muy maltratadas”-, tiene en la actualidad seis obras en las que trabajan 30 jóvenes, pero “queremos quieren llegar a 50”, señaló el arzobispo.
Esta obra social de inclusión, que hoy trabaja para clínicas, hoteles, gracias a la buena imagen que tiene la empresa, que cuenta con tecnología punta, tuvo que superar numerosas dificultades iniciales, entre ellas que, “cuando comenzamos, nos dijeron que no podíamos contratar a estas personas porque perderían la pensión”, señaló Mons. Chomali.
“Pero nosotros queríamos que fueran contratados porque eso otorga dignidad, y logramos que finalmente pudiesen tener su contrato sin perder la pensión”, añadió, y recordó que, “de hecho, cuando el Gobierno de Chile aprobó la ley de inclusión, quiso celebrarlo en la lavandería, porque nos dijeron que querían hacer lo que ustedes ya han hecho”.
En la entrevista, el arzobispo informó también de que la obra social inclusiva del Arzobispado de Concepción, Lavandería Industrial 21, fue beneficiada recientemente por un proyecto que permite la adquisición de maquinaria y la formación laboral de sus trabajadores.
Fuente: Religión Digital