Un llamado a promover la fraternidad y a resolver los problemas mediante el diálogo hizo monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Concepción, durante su homilía en la Misa para orar por la paz mundial y en honor de las personas fallecidas en el atentado a la revista francesa “Charlie Hebdo”.
A la Eucaristía celebrada en la catedral de Concepción, acudieron numerosas personas, varias de ellas residentes franceses en la zona, quienes agradecieron al Arzobispo este gesto y compartieron su mensaje.
Monseñor Chomali expresó que hechos tan trágicos como el ocurrido en Paris, “conmueven y motivan a preguntarse ¿qué mundo hemos construido y que hayan personas que tengan que matar a otras a mansalva? ¿Qué mundo hemos construido, que muchas veces las noticias pasan? Esto es terrible. Estas situaciones nos interpelan ¿Qué hacemos, en concreto, para que estas cosas no vuelvan a ocurrir nunca más? ¿Qué hacemos para que 43 jóvenes estudiantes fallezcan en México? Un drama. ¿Qué modelo de sociedad hemos construido? Y que vemos también cómo la corrupción avanza a pasos agigantados en nuestro país. ¿Qué pasa? Evidentemente, lo primero que es que tenemos que esforzarnos más para trabajar por la paz, por la justicia, por la fraternidad”
Agregó que la falta de fraternidad en lo sucedido refleja arrogancia y soberbia. “Por eso, hoy, hemos querido, con mucha sencillez, ofrecer esta Misa por los profesionales de la prensa y por todas las personas que han fallecido de manera tan injusta y brutal, en una sociedad que lo único que demuestra que no es desarrollada; lo será económicamente, pero no humanamente”, enfatizó.
Lamentó, además, que acciones de terrorismo se hagan en nombre de Dios. “Es muy doloroso para mí, que he entregado mi vida a Dios, se hagan atentados en nombre de Dios. Dios no quiere eso; Dios repudia eso, porque Dios no enseña que nuestra vida es sagrada. Dios nos ama; cada uno de nosotros somos un prodigio de Dios. Sin embargo, hay personas que no ven eso. Por eso duele tanto cuando se mata, se miente, se roba, incluso invocando el santo nombre de Dios”, subrayó.
Agradeció la presencia de todas las personas en la misa, “lo que es un signo de que no somos indiferentes frente al dolor ajeno. Sigamos orando para que nunca más vuelvan a ocurrir estas tragedias”, invitando a trabajar arduamente por la paz y sobre todo, generando fuentes de fraternidad. “Seguiré diciendo que la violencia es el método de los cobardes y seguiré señalando que la violencia comienza cuando se acaban los argumentos, es decir, de personas poco inteligentes, porque la violencia engendra sólo más violencia. Por lo tanto, tenemos que aprender y educarnos para dialogar, usando siempre las armas del amor, de la comprensión y de la tolerancia”, concluyó.