Con un templo colmado de feligreses, la parroquia San Agustín, perteneciente al Decanato Concepción, dio la bienvenida a su nuevo párroco, el padre Yuliano Viveros, quien desde el viernes recién pasado, en una Misa presidida por Monseñor Chomali, se ha hecho cargo de esta parroquia céntrica de la comuna penquista.
La Eucarística solemne comenzó con la lectura del decreto en que se designa al sacerdote como párroco, la cual fue leída por el padre vicario Armando Bayard. Luego, el padre Yuliano, que estuvo acompañado por su hermanos agustinos, hizo profesión de fe para dar paso a la lectura de la Palabra, en donde se le hizo entrega de las sagradas escrituras y leyó el Evangelio.
Nuestro Arzobispo recalcó que el padre Yuliano, al igual que todos los sacerdotes, es un hombre común y corriente, con la diferencia que “ha sido elegido para una tarea específica que es actuar en nombre de Jesucristo para anunciarlo a Él (…), no esperen del padre Yuliano un gerente que organice la parroquia ni tampoco un empleado, es un hermano que tiene una misión específica que es anunciar el Evangelio”.
Después de la homilía, Mons. Chomali recorrió el templo junto al nuevo párroco presentándole los espacios que deberá hacer presente durante su tarea pastoral, como lo son las puertas de entrada, el confesionario y el Altar. En seguida, se dio paso a la liturgia eucarística para finalmente recibir la bendición del Arzobispo.
Por su parte, el padre Yuliano agradeció a Dios por el don que ha puesto en sus manos, el ser padre y pastor de una comunidad, “en este mismo templo fui ordenado sacerdote hace dos años, donde fui consagrado a santa María Madre, Nuestra Señora del Carmen, y es aquí donde está presente una de las más antiguas imágenes de ella”, recordó con humildad y alegría.
