Con un claro llamado a no perder la mejor herencia que puede recibir la humanidad, que es la celebración de la Eucaristía, el párroco de Cristo Salvador, padre Francisco Briones, presidió la Misa de lavatorio de pies este Jueves Santo en la capilla Virgen de la Esperanza de la población Libertad.
Fieles de distintos sectores llegaron hasta esta comunidad para comenzar a vivir el Triduo Pascual que se inicia en Jueves Santo. En una Misa colmada de signos, los feligreses celebraron con gran recogimiento cada momento como el instante en que el sacerdote realizó el mismo signo que Jesús hizo a sus apóstoles, lavarle los pies, poniéndose al servicio de ellos.
Luego, vino el momento de la consagración del pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, memorial de todo cristiano que Jesús instauró en la Última Cena, antes de ser entregado por Judas a manos de los maestros de la ley.
La celebración litúrgica en este día no concluye con la bendición final, sino que continúa con la adoración al Santísimo que permanece expuesto para quienes deseen acompañarlo en las horas en que sufrió la agonía y tortura de la Pasión.