Con gran alegría y participación, la Pastoral de la Salud celebró una Eucaristía con motivo del Día del Voluntariado, en el hospital regional de Concepción Guillermo Grant Benavente. Durante la misa, se presentaron a la comunidad las personas que reciben la capacitación que entrega el recinto hospitalario, formación vital para ser agente de pastoral de la salud.
Según explicó Gladys Espinoza, del Área de Animación de la Vicaría de Pastoral Social, “uno de los requisitos para ser voluntaria es la formación teológica, que las agentes viven a través del plan común de la Escuela de la Fe. También está la capacitación que entrega el hospital, que son tres ciclos. El primero referido a protocolo, el segundo sobre higiene intrahospitalaria, cuidados del agente de pastoral de la salud al ingresar a la sala a atender a un enfermo, y un tercero sobre nueva ley de derechos y deberes del paciente. El tercer y último ciclo finaliza en agosto, y lo novedoso de todo esto es que se integró la evaluación, es decir, se evaluará el desempeño de cada agente pastoral”. De la capacitación participaron voluntarias antiguas y nuevas, 21 de las cuales comienzan su servicio pastoral y fueron destacadas en la Eucaristía, junto a los seminaristas que asisten al hospital para brindar acompañamiento.
Daniela Rodríguez Alvarado, de la parroquia Natividad de María, es una de las nuevas voluntarias. Consultada sobre cómo llegó a prestar este servicio, indicó que fue por invitación de una tía. “Ella me dijo que había muchos pacientes solos, que no recibían visitas. Me acerqué y me acogieron con los brazos abiertos, ha sido una experiencia muy emocionante y gratificante, me voy con el pechito lleno de alegría y emoción cada vez que acompaño a alguien que necesita cariño y está siendo olvidado. Yo creo que nosotros aportamos con un granito de arena para que los pacientes no estén tan solitos y así salgan adelante”.
Posterior a la Eucaristía, que fue presidida por el sacerdote agustino Yuliano Viveros, hubo una once donde se entregaron recuerdos y algunos obsequios, en especial a quien celebró la Santa Misa ya que cumplía tres años de ordenación. También se bendijo una pequeña sala ubicada a un costado del salón de reuniones, y que permitirá brindar una atención más personalizada con la privacidad necesaria.
Larry Henríquez Bravo – Periodista / Unidad de Comunicaciones, Vicaría de Pastoral Social