Llevada por una delegación de 15 alumnos del Colegio San José de Cabrero, junto a los profesores Dagoberto Ruiz y Amelia Ríos, la imagen que representa la Vida Consagrada llegó hasta el Instituto San Sebastián de Yumbel, donde permanecerá hasta la próxima semana.
El signo fue traspasado en la entrada al edificio de la enseñanza básica, frente a la plaza de Yumbel, donde lo recibieron alumnos del Instituto San Sebastián. Escoltados por integrantes del grupo “Sonrisa”, se dirigieron hasta el patio techado, donde se realizó una liturgia presidida por el asesor espiritual padre Bernardo Álvarez.
El sacerdote preguntó a los alumnos ¿qué es una vida consagrada?, explicando luego que “una vida consagrada es una vida dedicada a una misión particular, como San Alberto Hurtado se dedicó a los pobres y Santa Teresita de Los Andes a la oración. Es dedicar toda una vida a Jesús, quien nos llama a entregar los dones que cada uno tiene”.
Según comentó la rectora, hermana Ximena Sandoval Hurtado, “durante los días en que el signo permanecerá en el Instituto hay un calendario de visitas, y se han programado liturgias, oraciones y el rezo del denario. Además, se está trabajando el tema de la vida consagrada en la hora de religión”.
Al terminar, los alumnos del Colegio San José de Cabrero fueron despedidos con un desayuno.
La próxima comunidad educativa que recibirá el signo de la Vida Consagrada será el Colegio Padre Luis Amigó de Concepción.
Larry Henríquez Bravo – Periodista
Vicaría para la Educación y Fundaciones Educacionales