Durante la mañana se realizó un retiro espiritual que contó con la participación de numerosos fieles y que fue predicado por el Padre Carlos Contreras.
En la noche de este Viernes Santo, se desarrolló el tradicional Vía Crucis por las calles de la ciudad de Arauco. Los fieles recorrieron las 14 estaciones que estaban instaladas en diferentes casas del trayecto.
Por la tarde a las 19hrs. partiendo desde la Parroquia se realizó el rezo del santo Vía Crucis realizando una pausa en cada una de las Estaciones, preparadas con mucha dedicación por los vecinos. Los feligreses con cánticos y contemplando los momentos de Jesús en el camino hacia la Cruz, con velas encendidas acompañaron la procesión con gran devoción.
También en las capillas de Carampangue, Tubul y Llico, las comunidades pudieron este año rezar y meditar por las calles el camino de la cruz de Cristo. Acto de piedad que se realizó gracias a la participación de varios laicos que junto al Padre Mariano Puga se han estado preparando por más de un año para animar las comunidades. También se contó con el apoyo del grupo de Madrugadores de Arauco y de un Hermano Seglar de la OFS.
El templo durante la jornada del Viernes Santo estuvo abierto durante el día dando la posibilidad para que los fieles recibieran el sacramento de la reconciliación. Muchos fieles han vivido piadosamente estos días de semana santa en la comuna de Arauco.
La Vigilia Pascual comenzará el sábado fuera del temploparroquial a las 21 hrs., donde se hará la bendición del fuego, del nuevo Cirio y partirán en procesión hacia el templo para continuar la celebración. En seis capillas de la extensa Parroquia de Arauco, se celebrarán la vigilia Pascual.
Los sacerdotes con motivo de esta Pascua, han acentuado que el mensaje es “acercarse para escuchar la Palabra y sentir esa cercanía del amor de Dios, ya que Jesús, el Redentor, con la entrega de su vida, con sus milagros, con su cercanía hacia los que sufren, así nos lo manifestó”; así mismo, el Párroco ha enfatizado que como cristianos la vida,ojalá sea, un testimonio de lo que Jesús hizo por nosotros; el desafío es vivir como resucitados después de esta Pascua, y que no sea una Pascua más, sino que sea una nueva Pascua para nuestra vida; que salgamos renovados de la misma y que lo contagiemos con nuestras obras, palabras, con nuestro anuncio de saber que Jesús está vivo y esto se prolongue en el servicio al prójimo sobre todo siempre prestando atención al más necesitado.