Más de 20 voluntarios de Misión País se encuentran misionando en la localidad de Pichilo, perteneciente a la comuna de Arauco, desde el 27 de enero y hasta el 4 de febrero.
Los voluntarios forman parte de los cerca de 150 jóvenes misioneros que acompañan durante esta semana a las comunidades de Laraquete, San José de Colico, Arauco y Pichilo.
Catalina Galaz, quien es Jefa de Zona en Pichilo, señaló que durante las mañanas salen a misionar, buscando ser un apoyo para la comunidad y “prestando un oído a personas que tal vez no siempre tienen con quien hablar o con quien interactuar en el día a día. Y, luego en las tardes, tenemos talleres, con actividades diversas para niños, jóvenes y adultos”.
“Estamos disfrutando mucho, la gente ha sido súper acogedora, nos han recibido muy bien. Así que estamos felices de estar aquí, disfrutando todos los días”, agregó.
Rosario Villagrán, quien también es Jefa de Zona, comentó que su motivación es acompañar a las personas de la comunidad, “poder traer un poco de lo que Dios nos da, el amor que Él tiene, que nos entrega y poder entregárselo a los demás. En especial aquí en Pichilo, que nos han recibido súper bien, con los brazos abiertos. Así que estamos muy felices de poder estar con ellos”.
En ese contexto, destacó los lazos que se generan entre los voluntarios e invitó a más jóvenes a sumarse a Misión País, ya que “es un proyecto en el que no se van a arrepentir de estar, porque te llena el corazoncito y ayuda a llenar los corazones del resto”.
Para Tomás Villagrán esta es la primera vez en Misión País y afirmó que lo que le motivó a “entrar a este hermoso proyecto fue la idea de conocer a la gente que viene aquí, que es mucha gente increíble” y también “la idea de aprender a conocerse a uno mismo, porque es un proyecto que realmente te ayuda mucho en eso, y a conocer nuevas experiencias, que son realmente muy gratificantes. Y aparte, para poder, con la mano de Dios, ayudar a toda la gente” de esta localidad.
Mientras que Rodrigo Vergara, quien también es voluntario, sostuvo que su principal motivación para participar en este tipo de instancias es que cree firmemente que “un fiel reflejo de lo que querría Dios en esta sociedad es que nos preocupemos por el resto. No sacamos mucho con predicar la Palabra de Dios si es que en el día a día no nos comportamos como Él quisiera o como lo haría Él acá en la tierra. Y una manera fundamental de hacer eso es la ayuda al prójimo”.
En ese contexto, señaló que en la zona hay muchos adultos mayores y que los misioneros han realizado “labores tan pequeñas como las de prestarles la escucha activa y poder ayudarlos en cosas chiquititas de sus casas, que son cosas que de verdad valoran” y enfatizó que si bien en el día a día como estudiantes o trabajadores estás acciones se ven como algo lejano o no se realizan habitualmente, “es muy importante darse este tiempo, ya que es un grupo abandonado”.
Además se refirió a la importancia de trabajar con los niños, pues “en una sociedad que está cada vez más compleja y más egoísta, es bueno que los niños vean estos ejemplos, para que puedan seguir un buen camino”.
“Yo le recomiendo a cualquier universitario que haga este tipo de experiencias, porque la verdad es que uno viene a ayudar y termina siendo ayudado, porque tiene mucho que aprender tanto de los niños como de los adultos mayores. Una invitación a que participen, a que apoyen y que, sobre todo, den un espacio de su verano a alguna actividad que tenga que ver con ayudar a los demás”, puntualizó.
Los jóvenes de Misión País en Pichilo han sido acompañados por el Padre Víctor Álvarez, el Padre Pablo Leiva, el Padre Luis Roblero; y también el Obispo Auxiliar, Monseñor Oscar García. Además, es importante mencionar que se trata de jóvenes de educación superior, cuyo trabajo de misiones se coordina en la Parroquia Universitaria de Concepción.
