Representantes de la Arquidiócesis de Concepción participaron en el encuentro anual de coordinadores y asesores de Catequesis de la Zona Sur de Chile, que se realizó en Castro, Diócesis de Ancud, entre el 5 y el 6 de abril.
En la instancia también participaron representantes de la Arquidiócesis de Puerto Montt, y de las diócesis de Chillán, Santa María de Los Ángeles, Temuco, Villarrica, Valdivia, Osorno, Ancud y Punta Arenas.
La Coordinadora del Departamento de Evangelización y Catequesis de la Arquidiócesis de Concepción, Hermana Cecilia Osses, afirmó que en esta instancia “reflexionamos como Zona Sur sobre el caminar de la catequesis en nuestras diócesis y buscamos caminos para apoyarnos y realizar la formación de los catequistas”.
Además, se abordó “el tema de la oración en la vida del catequista, considerando que este es el Año de la Oración y preparación para el Jubileo 2025, al que nos invita el Papa Francisco. También reflexionamos sobre el acompañamiento espiritual y una catequesis en salida, más misionera”.
La jornada anual presencial concluyó con la programación de las actividades para este 2024.
La Hermana Cecilia Osses comentó que “ha sido una experiencia interesante, ya que esta jornada nació con el objetivo de reunirnos una vez al año de manera presencial, siempre el fin de semana siguiente a Semana Santa”.
En ese contexto, relató que “cuando estuvimos en pandemia nos reunimos por ZOOM una vez al mes, lo que facilitó aún más nuestra organización y formación. Pasada la pandemia retomamos los encuentros presenciales una vez al año y mes por medio realizamos una reunión virtual, en las cuales siempre nos acompaña algún obispo de nuestras diócesis”.
Entre quienes participaron en la jornada estaba Marcela Aravena, Catequista de Concepción, quien realizó un taller de oración en el encuentro. Para ella se trató de “una experiencia enriquecedora”, pues pudo “conocer otras realidades de catequesis, madurar un poco más la oración en mí y también conocer sobre el acompañamiento espiritual para el catequista. Fue una experiencia inolvidable, fructífera y enriquecedora”.
“Ojalá se pudieran dar otras instancias para seguir aportando a nuestros hermanos catequistas, porque para ellos fue una gran ayuda, quedaron impresionados de cómo es nuestro trabajo en la diócesis. Estoy muy agradecida de Dios por esta oportunidad”, agregó.
