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Llegó Jesús y les dijo: “¡La paz esté con ustedes!” (Jn 20, 19)

Durante el mes de marzo hemos vivido hitos muy importantes como comunidad Arquidiocesana: El retiro espiritual del presbiterio, la Jornada de Inicio del Año Pastoral, la Festividad de San Sebastián del 20 chico y las celebraciones de Semana Santa 2024. En pocos días hemos sido testigos de cómo el Señor nos sale al encuentro en nuestra historia, en las experiencias de oración; en la comunión de la Iglesia que se reconoce como Pueblo de Dios que discierne en el Espíritu su ser y misión; en la fe de tantos miles de peregrinos que fieles a su tradición acuden un año tras otro para dar gracias a Dios por sus bendiciones; en el corazón del año litúrgico donde renovamos nuestra vida cristiana y testimoniamos con alegría y esperanza, contra toda oscuridad, pecado o muerte que ¡Cristo ha resucitado aleluya!

El inicio de la cincuentena pascual nos regala un horizonte de nuevos desafíos misioneros. Queremos pedir al Señor la fuerza de la resurrección, este tiempo es una oportunidad para acoger su paz, abrirnos a la novedad, a la alegría pascual, al soplo del Espíritu Santo que perdona los pecados y ser enviados. Reconocemos que en este horizonte misionero muchas veces nos vence el miedo o queremos mantener nuestras seguridades e incluso la comodidad de las puertas cerradas, sin embargo, nuestra vocación bautismal nos exige salir para testimoniar, con los apóstoles en sus primeras predicaciones debemos señalar con toda verdad que no podemos callar lo que hemos visto y oído (Hech 4, 20). Por eso es tiempo de lanzarnos al horizonte del nuevo año pastoral con un renovado ánimo y esperanzas misioneras, fundamentados en la presencia del Resucitado, la unción del Espíritu Santo y la oración personal y comunitaria, como nos ha invitado el Papa Francisco para este 2024. 

Para este año pastoral hemos discernido comunitariamente cuatro énfasis pastorales que fueron entregados a las distintas comunidades de nuestra arquidiócesis en la Misa Crismal, estos énfasis, que provienen desde los trabajos de la XV Asamblea Eclesial Diocesana, quieren ser una fuente de luz y comunión para todos los esfuerzos pastorales y misioneros: reconocemos que el Señor nos llama a ser una Iglesia de Concepción más orante, más misionera, más comunitaria y más servidora. Que estos cuatro énfasis nos ayuden tanto en el discernimiento de nuestra vida pastoral como también en la participación de las necesidades y sufrimientos de las comunidades y personas que se encuentran en nuestro horizonte misionero.

Que el Señor y su Madre Santísima nos bendigan en este año pastoral 2024.

Mons. Bernardo Álvarez Tapia
Administrador Diocesano de Concepción

 

Fuente: Revista Nuestra Iglesia 

Publicado el: 12 Abril, 2024
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