Con gran entusiasmo se vivió la primera Jornada de Niños de la Vicaría de Arauco, que se realizó en Curanilahue a finales de abril, y en la que participación niños y preadolescentes que se están preparando para recibir sus sacramentos, también aquellos que forman parte de la Infancia y Adolescencia Misionera y aquellos que son monaguillos.
La jornada comenzó con una Eucaristía, que fue presidida por el Decano de Arauco, Padre Pablo Leiva, y continuó con un desayuno y una dinámica de juegos. Luego se realizó una actividad enfocada en la importancia de compartir, para la que se reunió a los niños en grupos por edades. Y paralelamente se trabajó este tema también con los papás de los niños.
La Delegada Episcopal para el Servicio de la Niñez, Fernanda Lara, destacó que además del compartir se abordó la importancia de servir a Dios, y señaló que para los niños fue muy enriquecedor tener la oportunidad de compartir con niños de otras comunidades de la Vicaría de Arauco.
El objetivo de este encuentro era “descubrir los dones que nos ha dado Dios para ponerlos a disposición de los demás. Reconocer la importancia de compartir lo que somos y lo que tenemos, con nuestro testimonio de vida. Y comprender que pertenecemos a una comunidad, compartiendo la fe, la esperanza y nuestros talentos”, explicó la Asesora de Infancia y Misiones de la Vicaría de Arauco, Hermana Rosa Agudelo.
“La jornada fue una gran invitación al banquete de la alegría, acogiendo el lema para la Jornada de las Misiones 2024. Fue un desafío que se trazó desde marzo, para el que se trabajó con mucho empeño, con esperanza, dedicación y responsabilidad, para motivar a los papás y catequistas, que son los primeros que están para apoyar a los niños”, agregó.
En ese contexto, la Hermana Rosa destacó la importancia de “trabajar unidos con la familia, pues sin ella no se puede hacer nada. Este trabajo con niños, adolescentes y papás exige creatividad, dinamismo y mucha apertura”.
Una de las niñas que participó en la actividad fue Colomba, de la Parroquia Cristo Peregrino, quien comentó que lo que más le gustó fue dibujar y compartir con otros niños. Asimismo, Agustín, dijo que aprendió a compartir y lo que más le gustó fue jugar fútbol. Mientras que Alonso señaló que dibujó un paisaje “que compartiría con Dios”.
En tanto, María Teresa Salazar, de Carampangue, afirmó que “tomamos con mucha alegría esta invitación, ha sido una experiencia nueva para nosotros, porque es primera vez que salimos desde nuestro sector a otros lugares y eso es súper bueno para que nuestros niños compartan con otros, puedan adquirir nuevas experiencias. Ha sido una actividad muy buena (…) Me gustaría que se repitieran estas instancias porque es muy bueno para nosotros como papás y también para ellos”.
Por su parte, Valentina Sepúlveda, quien es animadora de Infancia Misionera de la Parroquia San Juan María Vianney de Los Álamos, valoró la jornada y señaló que “cada día es un desafío, porque hay que estar constantemente animando a los niños y a los papás, sobre todo, porque a veces los niños están muy animados en participar, pero los papás muchas veces no los pueden llevar”.
“Ha sido una actividad muy entretenida, no esperábamos que llegara la cantidad de personas que llegó, así que estamos súper felices, salió todo bien y esperamos que este tipo de actividades sirvan para animar a todos a participar”, enfatizó.
