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Unidos como Iglesia, en una plegaria común

Hay una iniciativa organizada por el Apostolado de la Oración, que lleva por nombre el Video del Papa, en la cual a comienzos de cada mes difunde las intenciones de oración del Santo Padre por los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia.

Este mes de julio, el Papa nos invita a rezar por las familias, para que sean acompañadas con amor, respeto y consejo. Y de modo especial, sean protegidas por los Estados.

Intención que se hace más urgente que nunca, por el contexto tan complejo que estamos viviendo y que nos conecta con la realidad de nuestras propias familias, como con aquellas que conocemos, y por las que sabemos que están pasando momentos muy difíciles.

Como decía el Papa Juan Pablo II “El futuro depende, en gran parte, de la familia, ya que lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad.[1]

Sabemos que son muchos los aspectos que hoy amenazan a las familias, como el poco tiempo que tenemos todos, donde el exceso de trabajo a veces impide el espacio para la convivencia y donde la conexión digital desplaza, en algunos casos, los lazos afectivos, así como tantos otros aspectos y que este último tiempo se han sumado otras dificultades producto de la Pandemia y sus consecuencias; pero por otra parte también ha significado en estos meses, para la gran mayoría, una nueva valoración de este gran regalo, que son nuestras familias para nuestras vidas, aunque siendo conscientes de las numerosas dificultades que viven muchas de ellas en nuestra sociedad.

Unámonos este mes, en esta plegaria común por las familias, especialmente por aquellas que se encuentran pasando momentos complejos, para que puedan hacer frente a tantos peligros en los que se ven amenazadas y para que todos podamos apoyarlas en su misión que es irremplazable en nuestra sociedad.

Es en la familia donde aprendemos a compartir, perdonar y amar. Que sean también estos valores los que podamos promover, para que a pesar de las complejidades podamos salir fortalecidos en nuestras familias y como familia humana.

En medio de esta emergencia sanitaria, que amplifica tantas situaciones que viven nuestras familias, muchas de ellas necesitadas y con incertidumbre acerca de su presente y futuro, y que como sociedad debemos abordar, como lo afirma el Papa Francisco “una familia y un hogar son dos cosas que se reclaman mutuamente. Este ejemplo muestra que tenemos que insistir en los derechos de la familia, y no sólo en los derechos individuales. La familia es un bien del cual la sociedad no puede prescindir, pero necesita ser protegida”,[2] especialmente por el Estado.

Pidamos por este gran tesoro que significan nuestras familias, en las cuales también aprendemos a rezar, a amar a Dios y al prójimo. Así como reconocernos hijos de un Padre común y solidarios los unos con los otros.

P. Víctor Álvarez Tapia
Vicario para la Pastoral de Juventud
Iglesia de Concepción – Chile

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[1] Familiaris Consortio 14

[2] Amoris Laetitia 44

Publicado el: 6 Julio, 2020
© Arzobispado de Concepción