El Obispo Auxiliar de Concepción y Vicario Episcopal de Arauco, Monseñor Oscar García, presidió la Liturgia de la Pasión del Señor la tarde de este viernes 7 de abril en la Parroquia San José de Curanilahue.
En su homilía, Monseñor Oscar reflexionó en torno a la cruz y a que “nadie escapa de esta realidad, ya sea de una forma o de otra, ya sea por alguna enfermedad, por la partida de un ser querido, por ciertas situaciones que tenemos que pasar, la cruz nos acompaña”.
En ese contexto, afirmó que estamos llamados a mirar con los ojos de la fe y sobre todo con esperanza, asumiéndola y asociándola a la cruz de Cristo, para que también se convierta en gracia y en redención para nosotros y para los demás.
Monseñor Oscar sostuvo que “Dios nunca nos abandona, siempre está con nosotros” y recordó que el mismo Jesús nos dijo: “Vengan a mí los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré” , destacando que “sólo en Cristo tiene sentido nuestra cruz”, esa cruz “que nos ayuda a madurar como personas, en el crecimiento humano, porque también nos ayuda a ser un poco más humildes, a reconocernos tal como somos, como criaturas, y saber que sólo en el Señor podemos encontrar la fortaleza”.
Además, enfatizó que “Cristo no renegó de la cruz, sino que la aceptó”. En el Huerto de Getsemaní le dijo al Padre “No se haga mi voluntad, sino la tuya” y Cristo se sirvió de la cruz “para traernos el mayor don que nadie en el mundo nos puede dar: el don de la vida, el don de la salvación, el don de la esperanza”.
Haciendo alusión a la segunda lectura de hoy, Monseñor Oscar dijo que “Jesús está ante el Padre para interceder siempre por nosotros”, por lo que invitó a acudir a Jesucristo con fe “por las situaciones particulares que en la vida podemos pasar”.
También recordó la reflexión del domingo pasado, sobre aquellos que rechazaban y abandonaban a Jesús, pero también sobre quienes “se mantuvieron fieles en todo momento y en toda circunstancia”.
En ese contexto, llamó a “reconocer que hay muchos también que como Jesús son rechazados y condenados en este mundo. Rechazados, lamentablemente, por el sistema y muchas veces rechazados por nosotros mismos, que no nos ponemos en el lugar del hermano, de quien necesita y sobre todo de los marginados de la sociedad y del mundo, que no tienen voz ni voto, que no cuentan”.
En ese sentido, manifestó que “nosotros estamos invitados a devolverles la esperanza y a ponernos en lugar de ellos, también para sufrir con el que sufre y para llevar una palabra de aliento a la luz de la fe de cada uno de nosotros”.
Asimismo, se refirió a “los inocentes que mueren en nuestro tiempo, así como Jesús inocente murió en la cruz para la salvación del mundo, luego de ser rechazado”. Entre ellos mencionó a los inocentes que mueren antes de nacer, a las víctimas del sistema, de la droga, del alcohol y de la delincuencia, como los carabineros que han sido asesinados en el último tiempo y “tantos otros, que sin tener nada que ver, han muerto víctimas de la delincuencia y de aquellos que viven sin escrúpulos en la sociedad”.
Finalmente, invitó a ser “la voz de los rechazados y de los que son condenados injustamente en nuestra sociedad, de los que mueren inocentemente, de los que mueren lamentablemente por la situación del individualismo, del consumo y de la falta también de principios y valores que a veces anidan en nuestros corazones”.
Luego de la Liturgia de la Pasión del Señor, se realizó el Vía Crucis por las calles de Curanilahue. En cada una de las estaciones se rezó por diferentes intenciones:
I Estación: “Por los migrantes para que donde lleguen sean acogidos y valorados como personas”
II Estación: “Por los enfermos y su pronta recuperación”
III Estación: “Por los adictos a las drogas y su pronta rehabilitación”
IV Estación: “Por todas las madres que sufren por sus hijos e hijas”
V Estación: “Por todos los voluntarios que entregan su vida al servicio de los demás”
VI Estación: “Por todas las mujeres valientes y capaces del Evangelio”
VII Estación: “Por todos los privados de libertad para que no pierdan la dignidad de los hijos de Dios”
VIII Estación: “Por los niños no nacidos para que se valore su vida desde el primer instante de la concepción”
IX Estación: “Por la paz en el mundo”
X Estación: “Por nuestra Iglesia perseguida para que se respete la libertad religiosa”
XI Estación: “Por todos los marginados y excluidos para que sean integrados plenamente en la sociedad”
XII Estación: “Por todos los que han entregado su vida al servicio de los demás”
XIII Estación: “Por todas las familias y sobre todo por quienes adoptan hijos”
XIV Estación: “Por todos los difuntos y su eterno descanso”
