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Monseñor Fernando Chomali presidió fiesta patronal de Seminario Metropolitano de Concepción

Publicado el: 22 Junio, 2011

Junto con animar a los seminaristas, a los formadores, profesores y personal que participa en el Seminario Metropolitano de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, llamó a los asistentes a la eucaristía de la fiesta patronal de San Luis Gonzaga, a orar y trabajar por las vocaciones sacerdotales.

Este año, la celebración se realizó en dependencias de casa de formación Betania, con presencia de la mayoría del clero y personas que colaboran en el servicio al Seminario. A la eucaristía presidida por Monseñor Chomali  asistieron  Monseñor Pedro Ossandón, Obispo Auxiliar y Monseñor Carlos Pellegrin, Obispo de la Diócesis de Chillán.

En su homilía, el Pastor recordó la figura de San Luis Gonzaga. “Es un motivo de mucha alegría para la Arquidiócesis reunirse en torno al altar para celebrar el día del Seminario, que cuenta con la protección de San Luis Gonzaga, un jesuita extraordinario que dio su vida por los pobres, llegando a morir por atenderlos en la misma Iglesia.  El Papa Benedicto XVI lo declaró, hace algunos años,  patrono de la juventud”.

Agregó que es “hermoso ver,  en este lugar donde se forman los sacerdotes, a obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas, laicos y a las autoridades de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Con su presencia,  se entrega un gran apoyo a los seminaristas, a los profesores, formadores y a todos quienes colaboran  en la formación de estos jóvenes, que  se están formando para llegar a ser algún día, si así Dios lo quiere,  sacerdotes de la Iglesia”.

Afirmó que “es motivo de esperanza de esta asamblea orante, con la intención tan noble por estas vocaciones sacerdotales, orar por la perseverancia de los formandos, dado que es el mismo Señor que ha llamado a estos jóvenes, Él mismo que, a través del obispo y los formadores,  va moldeando un corazón de pastor”.

En su reflexión, expresó que el presbítero es una tarea muy hermosa y exigente. “Exige una formación de excelencia dada la alta responsabilidad que deben asumir. Sin duda que es una responsabilidad grande que pesa sobre los formadores  y  profesores, a quienes estoy particularmente agradecido;  gracias por su trabajo fecundo y silencioso al servicio de la Iglesia. Ustedes son instrumentos privilegiados para que el Señor pueda esculpir a estos jóvenes  para que ejerzan el ministerio sacerdotal con generosidad, con entrega y con específica competencia que el mundo de hoy les exige”, subrayó, extendiendo sus agradecimientos a  cada uno de los formadores, profesores y administrativos, que a lo largo de la historia del Seminario, han colaborado en él.

Monseñor Chomali llamó a los seminaristas a tener una profunda formación espiritual y una  sólida formación intelectual. “Cuentan con buenos profesores, cuentan con una larga tradición y reflexión, cuentan con la misma palabra de Dios, luz frente a la oscuridad,  Palabra de vida eterna, fuente de sabiduría, que con ayuda del Espíritu Santo, los conducirá a ser buenos sacerdotes”. Asimismo, destacó que “están llamados a transmitir la fe, la esperanza y la caridad. Estas tres fuentes los harán crecer en santidad, la que no se entiende al margen de la verdad. Es un acto de caridad de primer orden, trasmitir la fe, porque es la riqueza más grande que puede tener un ser humano  y es fuente de todo bien (…) Si la vida espiritual y el estudio no nos llevan  a una  cercanía efectiva y afectiva con los más necesitados, vana es nuestra fe”.

Finalmente, Monseñor pidió orar mucho por las vocaciones, porque hoy son una prioridad en la Iglesia.  “Ello será posible en la medida que nosotros, todos, demos testimonio  del amor de Dios  y nos vea alegres de haber entregado la vida  a la tarea evangelizadora, en castidad, pobreza y en espíritu de obediencia.  Es hermosa la tarea del sacerdote, es un don inmenso y al mismo tiempo, acoger con humildad, disposición, sabiendo que contamos con la oración  de toda la comunidad. Un saludo especial a los seminaristas, que son la razón de ser de este Seminario y al cual dedicaremos nuestros mejores esfuerzos”.

La celebración concluyó con un almuerzo y un partido de fútbol, en canchas de la UCSC, entre seminaristas y sacerdotes, competencia en la que se impusieron estos últimos con un rotundo resultado 6×1.

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Monseñor Fernando Chomali presidió fiesta patronal de Seminario Metropolitano de Concepción

Junto con animar a los seminaristas, a los formadores, profesores y personal que participa en el Seminario Metropolitano de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, llamó a los asistentes a la eucaristía de la fiesta patronal de San Luis Gonzaga, a orar y trabajar por las vocaciones sacerdotales.

Este año, la celebración se realizó en dependencias de casa de formación Betania, con presencia de la mayoría del clero y personas que colaboran en el servicio al Seminario. A la eucaristía presidida por Monseñor Chomali  asistieron  Monseñor Pedro Ossandón, Obispo Auxiliar y Monseñor Carlos Pellegrin, Obispo de la Diócesis de Chillán.

En su homilía, el Pastor recordó la figura de San Luis Gonzaga. “Es un motivo de mucha alegría para la Arquidiócesis reunirse en torno al altar para celebrar el día del Seminario, que cuenta con la protección de San Luis Gonzaga, un jesuita extraordinario que dio su vida por los pobres, llegando a morir por atenderlos en la misma Iglesia.  El Papa Benedicto XVI lo declaró, hace algunos años,  patrono de la juventud”.

Agregó que es “hermoso ver,  en este lugar donde se forman los sacerdotes, a obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas, laicos y a las autoridades de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Con su presencia,  se entrega un gran apoyo a los seminaristas, a los profesores, formadores y a todos quienes colaboran  en la formación de estos jóvenes, que  se están formando para llegar a ser algún día, si así Dios lo quiere,  sacerdotes de la Iglesia”.

Afirmó que “es motivo de esperanza de esta asamblea orante, con la intención tan noble por estas vocaciones sacerdotales, orar por la perseverancia de los formandos, dado que es el mismo Señor que ha llamado a estos jóvenes, Él mismo que, a través del obispo y los formadores,  va moldeando un corazón de pastor”.

En su reflexión, expresó que el presbítero es una tarea muy hermosa y exigente. “Exige una formación de excelencia dada la alta responsabilidad que deben asumir. Sin duda que es una responsabilidad grande que pesa sobre los formadores  y  profesores, a quienes estoy particularmente agradecido;  gracias por su trabajo fecundo y silencioso al servicio de la Iglesia. Ustedes son instrumentos privilegiados para que el Señor pueda esculpir a estos jóvenes  para que ejerzan el ministerio sacerdotal con generosidad, con entrega y con específica competencia que el mundo de hoy les exige”, subrayó, extendiendo sus agradecimientos a  cada uno de los formadores, profesores y administrativos, que a lo largo de la historia del Seminario, han colaborado en él.

Monseñor Chomali llamó a los seminaristas a tener una profunda formación espiritual y una  sólida formación intelectual. “Cuentan con buenos profesores, cuentan con una larga tradición y reflexión, cuentan con la misma palabra de Dios, luz frente a la oscuridad,  Palabra de vida eterna, fuente de sabiduría, que con ayuda del Espíritu Santo, los conducirá a ser buenos sacerdotes”. Asimismo, destacó que “están llamados a transmitir la fe, la esperanza y la caridad. Estas tres fuentes los harán crecer en santidad, la que no se entiende al margen de la verdad. Es un acto de caridad de primer orden, trasmitir la fe, porque es la riqueza más grande que puede tener un ser humano  y es fuente de todo bien (…) Si la vida espiritual y el estudio no nos llevan  a una  cercanía efectiva y afectiva con los más necesitados, vana es nuestra fe”.

Finalmente, Monseñor pidió orar mucho por las vocaciones, porque hoy son una prioridad en la Iglesia.  “Ello será posible en la medida que nosotros, todos, demos testimonio  del amor de Dios  y nos vea alegres de haber entregado la vida  a la tarea evangelizadora, en castidad, pobreza y en espíritu de obediencia.  Es hermosa la tarea del sacerdote, es un don inmenso y al mismo tiempo, acoger con humildad, disposición, sabiendo que contamos con la oración  de toda la comunidad. Un saludo especial a los seminaristas, que son la razón de ser de este Seminario y al cual dedicaremos nuestros mejores esfuerzos”.

La celebración concluyó con un almuerzo y un partido de fútbol, en canchas de la UCSC, entre seminaristas y sacerdotes, competencia en la que se impusieron estos últimos con un rotundo resultado 6×1.

Publicado el: 22 Junio, 2011
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