Este 18 de septiembre dediquemos tiempo a agradecer. Sí, siempre es posible encontrar razones para agradecer. Será la familia, un logro, estar sano, un problema resuelto, un proyecto. Sí, motivos hay siempre cuando disponemos nuestro corazón y nuestra mente para ello. Amanecer cada día y poder respirar, el plato de comida que tenemos enfrente junto a personas queridas, una grata conversación con un amigo o poder escuchar la música que nos gusta. Salir a caminar y respirar los primeros aires primaverales, también es motivo de agradecimiento. Se habla mucho de que estamos en un ambiente polarizado, de violencia, y otros males. Son ciertos, pero en la vida cotidiana que se da en la casa y con los amigos es posible respirar fraternidad, compañerismo y amor. Esos son espacios sagrados que tenemos que cuidar y fortalecer. Las Fiestas Patrias son una buena oportunidad para ello. El aire se percibe más hermoso, las empanadas tienen un sabor especial y la emoción que se siente frente a un pie de cueca bien bailado es muy grande y reconfortan el alma.
Esta acción de gracias la haremos en el Templo Catedral de Concepción el mismo dieciocho delante de Dios todopoderoso que nos ha regalado tanto, de las autoridades y el pueblo de Dios. Una de las formas más excelsas de oración es dar gracias por tantos beneficios que podemos descubrir día a día en nuestras vidas y la vida de los demás.
Por último, no convirtamos estas hermosas fiestas en una tragedia. Por favor, si va a tomar no maneje y si va a manejar no tome o entregue las llaves. Nada vale más que la vida humana, tanto propia como ajena. En un segundo puedes estropearlo todo. Que Dios nos regale unas Fiestas Patrias serenas, fraternas y sobre todo nos haga reconocer la bendición de ser chilenos y habitar en esta hermosa patria que Dios nos ha regalado.
Mons. Fernando Chomali G.
Arzobispo de Concepción
