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Frente a la vulnerabilidad, la excelencia

La sensación de vulnerabilidad que nos embarga es cada vez mayor. Nos sentimos cada vez más indefensos. La única certeza que nos va quedando es la incerteza frente al mañana. Nadie nos puede garantizar que no habrá un terremoto o tsunami de proporciones, o una gran inundación, o que fruto de la acción del hombre y las condiciones climáticas un incendio arrase con vidas humanas, casas, sembrados, en definitiva el trabajo de toda una vida. La incertidumbre y la desconfianza se están apoderando de nuestras vidas y se manifiestan en un aumento de las enfermedades mentales y un claro aumento de la violencia. Como si esto fuera poco, nadie nos puede garantizar que mañana nos van a robar o asaltar por dos monedas. En este contexto hay que reconocer el trabajo que realiza el Estado en todas sus dimensiones. Se esfuerzan, sin duda, y también la sociedad civil. Pero pareciera que todo es insuficiente. El verano se aleja y comienza el temor de qué va a pasar en el invierno con aquellas personas y familias que lo han perdido todo. Hay una gran sensación de impotencia. Quienes más sufren frente a este panorama desolador son los más pobres. Ellos dependen absolutamente del Estado y el gobierno de turno para poder levantarse nuevamente. Las personas con mayores recursos suelen solucionar sus problemas más rápido. Cuentan con dinero, redes de apoyo y mayores herramientas frente a la adversidad. Los pobres no y en ellos hay que fijar la mirada. Es fundamental que perciban con claridad y sin ambigüedades que no están solos, que son la prioridad de la sociedad y que respecto de ellos hay una deuda por saldar. Ya comenzaron las quejas por casas de emergencias muy deficitarias. Creo que frente al drama que viven miles y miles de chilenos se requiere magnanimidad, grandeza de espíritu y solidaridad y no ver en la desgracia un negocio máximamente rentable frente a una situación de emergencia. La máxima evangélica de hacerle a los demás lo que quisieran que hicieran con nosotros y no hacerle a los demás lo que no quisiéramos que hicieran con nosotros es un excelente punto de referencia a la hora de salir al encuentro de los que perdieron todo. Hoy se requiere excelencia y creatividad frente al dolor inenarrable de las personas afectadas por los incendios.

+Fernando Chomali
Arzobispo de Concepción

Publicado el: 9 Marzo, 2023
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