La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre financiará la reconstrucción de la Capilla Nuestra Señora del Camino de Vilvilco, perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cañete.
Recordemos que la capilla, que por más de 30 años fue un espacio de oración y encuentro comunitario, resultó destruida por un ataque incendiario en agosto de 2023.
El Secretario General de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre, Philipp Ozores, quien se encuentra realizando una serie de visitas por Latinoamérica, llegó este jueves 23 de mayo hasta la Arquidiócesis de Concepción para conocer la realidad que afecta a la zona.
Fue así que se reunió con el Párroco de Cañete, Padre Gilberto Matuz, y “con los animadores de las diferentes comunidades afectadas por la violencia en la zona. También hemos visto el lugar donde se quemó la Capilla de Nuestra Señora del Camino y también el lugar donde se va a reconstruir la nueva capilla, financiada por nuestra fundación, tanto por benefactores chilenos como por benefactores de todo el mundo”, detalló.
Philipp Ozores afirmó que “fue realmente una visita muy entrañable, no solamente por la belleza del día y del paisaje, sino que sobre todo por la belleza de las personas que con valentía y humildad permanecen fieles a su fe, a su Iglesia y al mensaje del Evangelio, que es no responder con violencia a la violencia, sino con amor y serenidad. Pero también deseando que haya más visibilidad del sufrimiento que ellos tienen, causado por una escalada de la violencia completamente desconocida en esta parte del país, donde cómo ellos contaban, amanecen cada día con el miedo de que haya quemado algo más: una capilla, un colegio o algún edificio del Gobierno”.
En ese contexto, se refirió a la preocupación de la comunidad al ver cómo sus hijos “ya no se sorprenden si oyen disparos, sino que ya la violencia y el ruido de disparos de armas se han vuelto algo casi cotidiano aquí en la realidad” y también a la conmoción “por las muertes que ha habido últimamente aquí por violencia armada”.
El Secretario General de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre sostuvo que “ha sido una experiencia preciosa el poder compartir las necesidades, escuchar las historias de aquí, pero también ofrecer la ayuda por parte de cientos de miles de fieles como ellos, de otras partes del mundo, que aún sin conocerlos personalmente saben que aquí hay necesidad y que están felices de que parte de los fondos se destinen a apoyar a la subsistencia de la fe por aquí”.
En ese sentido, enfatizó que “no sólo se trata de la reconstrucción de un edificio, sino mucho más de asegurar la unidad entre los católicos de todo el mundo, la comunión espiritual y material, porque somos todos un solo cuerpo de Cristo y no puede estar sano o feliz el resto del cuerpo si sabe que una parte sufre. Y esto fue lo que experimentamos hoy, también con la cariñosísima acogida que nos dieron nuestros nuevos amigos de Cañete y la zona”.
Durante el encuentro, Philipp Ozores les contó acerca de sus viajes a otras partes del mundo, donde también sufren los cristianos, “como los recientes viajes a Ucrania, Nigeria y Burkina Faso, donde por distintas razones, pero con los mismos síntomas, la Iglesia sufre, pero también se agarra más todavía a Cristo y con eso da testimonio a todo el mundo, lo que estamos orgullosos de compartir a través de nuestros comunicados como fundación”.
