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Celebran Misa por fiesta de Nuestra Señora de Luján en Santuario Chileno Argentino

Publicado el: 9 Mayo, 2024

La mañana de este miércoles 8 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina, se celebró la Santa Misa en la Parroquia Del Sagrario de Concepción, que es Santuario Chileno Argentino. 

La Eucaristía, en la que estuvo presente el Cónsul de Argentina, Ignacio Guillermo Livy, fue presidida por el Administrador Diocesano de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez, junto al Vicario Episcopal de Arauco, Monseñor Oscar García; el Vicario para la Pastoral, Padre César Pedreros; el Canónigo Penitenciario, Padre Cecilio de Miguel; el Decano de Concepción, Padre Boris Santana; y el Párroco de la comunidad, Padre José Cartes. 

En su homilía, Monseñor Álvarez recordó la historia de la Virgen de Luján y afirmó que, pensando en las tradiciones de piedad popular, “nos damos cuenta de que en la Providencia divina se manifiestan estos actos fundacionales que brotan de una experiencia sencilla de fe, pero que manifiestan los valores más profundos del Evangelio. En este caso vemos a una Virgen peregrina, pero que por algún designio divino desea quedarse, desea estar y, sobre todo, desea manifestar la vida de Dios. En este caso, originalmente en una hacienda, pero que luego da origen a la gran devoción de la Virgen de Luján, conocida por el mundo entero”. 

“Es María Santísima, quien verdaderamente quiere construir una relación maternal con un pueblo, una relación maternal que significa, ante todo, un tejido creyente, una relación permanente, manifestando ese profundo deseo maternal de estar presente. La maternidad implica esa relación profunda que no se puede romper y que tiene que ver con la generación del amor materno, que siempre está presente, que siempre está disponible para acompañar a los hijos en todos los momentos y circunstancias de la vida. La madre siempre está presente, la madre siempre está disponible para acompañar, sostener y animar a sus hijos, en este caso, en el don de la fe”, destacó. 

En ese contexto, aseveró que “así como la Virgen María llegó a Luján, providencial o maravillosamente, también ha querido llegar a Concepción. En el marco de la reconstrucción de este templo después del terremoto del 39 (…) Es así como, en vista a la donación y a ese deseo fraterno de hacer presente el pueblo Argentino su querer por este templo parroquial, la imagen llegó desde Argentina a nuestro templo Del Sagrario”. 

“Queremos, entonces, en este día dar gracias a Dios, una vez más, por la presencia maternal de nuestra Madre, la Virgen, y creo que en los contextos que nos tocan vivir hoy, reforzar el ánimo y también el don de la fe, que provoca en nosotros la fraternidad. Hoy, que en tantos lugares, también en nuestro propio país, se enarbolan banderas de individualismo, de separación, de desconfianza, la fe y también la presencia maternal de la Virgen nos invitan a ser signo de contradicción y nos invitan a procurar que el deseo de Jesús se haga realidad en nosotros. Jesús dice al discípulo amado, en la cruz, como último deseo o designio frente a su muerte: Ahí tienes a tu Madre. Y a María Santísima le dice: Ahí tienes a tu hijo. Y desde aquel día el discípulo la acogió en su casa. Queremos, en ese espíritu, renovar los votos que se realizaran hace tantos años atrás en nuestro templo parroquial Del Sagrario y decirle a Jesús que queremos hacer vida su deseo. Y también decirle a María Santísima, en su advocación de Nuestra Señora de Luján, que la queremos acoger en nuestra casa, en este caso, la casa de la Parroquia Del Sagrario, Santuario Chileno Argentino. Pidamos a María, en estos días previos a Pentecostés, que renueve en nuestros corazones el deseo de ser una Iglesia orante (…) y que el Espíritu Santo, que estamos prontos a renovar y recibir, sea fundamento tanto del don de la fe como del deseo de la misión comunitaria entre dos países hermanos como son Chile y Argentina”, puntualizó. 

Al término de la Santa Misa, el Párroco de la P. Del Sagrario, Padre José Cartes, valoró que “María nos une como familia para poder alabar y bendecir al Señor” y recordó que la Santísima Virgen guardaba todas las cosas en su corazón, esperando con tranquilidad los tiempos del Señor, con el fin de animar a esperar pacientemente la oportunidad de renovar el manto de la Virgen de Luján, que si bien estaba programado para esta fecha, por diversos motivos no se pudo concretar. 

Tras la bendición final fue entonado el himno nacional de Chile y también el de la República Argentina.

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© Arzobispado de Concepción