Durante las misas del 30 de junio y 1 de julio, en todos los templos del país, se llevará a cabo la colecta llamada “Óbolo de San Pedro”.
El dinero que se recauda va en beneficio de obras misioneras, iniciativas humanitarias y de promoción social, así como también en el sostenimiento de las actividades de la Santa Sede. El Papa, como Pastor de toda la Iglesia, se preocupa también de las necesidades materiales de diócesis pobres, institutos religiosos y fieles en dificultad (pobres, niños, ancianos, marginados, víctimas de guerra y desastres naturales ; ayudas particulares a Obispos o Diócesis necesitadas, para la educación católica, a prófugos y emigrantes, etc.). Ha dicho el propio Papa Benedicto XVI: “El Óbolo de San Pedro es la expresión más típica de la participación de todos los fieles en las iniciativas del Obispo de Roma en beneficio de la Iglesia Universal. Es un gesto que no sólo tiene valor práctico, sino también una gran fuerza simbólica, como signo de comunión con el Papa y de solicitud por las necesidades de los hermanos”. La colecta del Óbolo de San Pedro se realiza en una fecha cercana al día de San Pedro y San Pablo, es decir, al Día del Pontificado. Este año corresponde al presente fin de semana, del 30 de junio y 1 de julio. Por ello también es una ocasión para agradecer a Dios por la figura del Santo Padre. – Más información
Fuente: Prensa CECh