La Colecta del Viernes Santo tiene como fin “promover en los fieles cristianos el amor a la Tierra del Señor, para que allí la Iglesia pueda sobrevivir, se sienta amada y apoyada por la solidaridad de todos los cristianos, y continúe dando testimonio de fe en Aquel que en esa misma tierra nació, predicó el Evangelio, murió y resucitó”.
Esta Colecta, junto con expresar nuestra comunión de afecto con los Lugares Santos de nuestra fe, está destinada tanto a la conservación y mantenimiento de los santuarios, como también al sostenimiento y desarrollo de las obras pastorales, asistenciales, educativas y sociales en Tierra Santa. Igualmente el mantenimiento digno de los lugares como las obras de fe y caridad que realizan los custodios de Tierra Santa, expresan la presencia viva de la fe de la Iglesia en Medio Oriente, muchas veces rodeados, como es bien sabido, de tanta adversidad.