Muy contento se mostró Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción, de retorno a la Arquidiócesis, tras recibir de manos de S. S. Benedicto XVI, el Palio Arzobispal
En un contacto con la prensa, el Arzobispo recordó que el 29 de junio, en la festividad de San Pedro y San Pablo, fueron convocados 40 arzobispos metropolitanos para recibir el Palio. “Para mí fue una alegría inmensa estar con Monseñor Ezzati y con otros arzobispos de todo el mundo”, comentó.
Monseñor dijo que el Palio consiste en una especie de collar hecha con lana de oveja y que tiene un significado muy importante. “En primer lugar, estamos llamados a cargar el yugo que es son los dolores de las personas; el primero que tiene que cargar con ese dolor es el pastor, en este caso, el Arzobispo y la comunidad cristiana y, en segundo lugar, nos recuerda que tenemos que tener una especial predilección por la oveja perdida”, comentó.
En este contexto, Monseñor Chomali expresó su preocupación por la realidad. “Estamos preocupados de los índices económicos, que me parece son muy importantes, pero mucho más importante es generar en las personas, la esperanza y el sentido de la vida. Creo que Jesucristo nos da un gran sentido de la vida”,
El Arzobispo agregó que “si bien aprecio mucho a los católicos que participan en misa y en las comunidades, tengo también, de manera especial, en mi corazón, a aquellos que se han alejado de la Iglesia y que no creen. Mi tarea va a ser fundamentalmente misionera y creo que eso se hace, hoy, con un testimonio de servicio a las personas; renunciar a todo lo que el poder. Nuestro gran poder y autoridad es que estamos sirviendo en las parroquias, en los colegios, en la Universidad y es así como tenemos que plantearnos como comunidad cristiana”, enfatizó, subrayando que “viendo el mundo en que estamos inmersos, hoy, tenemos que promover mucho la esperanza. Me llama la atención que en Chile nos jactamos mucho del desarrollo económico, pero yo siento que falta esperanza, especialmente en los jóvenes”.