La tarde de este domingo 25 de septiembre, en el marco del Día de Oración por Chile, cientos de personas acompañaron a la imagen de la Virgen del Carmen, la cual salió en procesión desde la Parroquia San Agustín hasta la Catedral de la Santísima Concepción, para celebrar la Eucaristía presidida por Monseñor Fernando Chomali.
Animados con cantos y bailes, los fieles peregrinaron junto a la Patrona de Chile por las calles del centro de Concepción, agradeciendo y pidiendo su protección.
Durante el camino, la procesión se detuvo en la Universidad de Concepción, el Hospital Regional, los Tribunales de Justicia y la VIII Zona de Carabineros, para rezar especialmente por los jóvenes, estudiantes y profesores; por los médicos, voluntarios y personal de salud; por la justicia y finalmente por las Fuerzas Armadas y Carabineros.
Al llegar al frontis de la Catedral, la Virgen del Carmen fue recibida por una multitud de personas y representantes de las Fuerzas Armadas y de Orden, quienes brindaron honores militares a la Virgen del Carmen, quien es su Patrona y Generala Jurada.
Con una Catedral repleta de feligreses, la imagen de la Madre y Reina de Chile hizo ingreso al templo entre aplausos y el tradicional “Viva la Virgen del Carmen”, para dar inicio a la Eucaristía presidida por Monseñor Fernando Chomali.
“Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres, porque nos reúne (…) porque a través de María nos muestra un camino que es Jesús”, comenzó reflexionando el Arzobispo de Concepción.
En su homilía, Mons. Chomali animó a la comunidad a seguir el ejemplo María, quien puso su confianza en Dios y dedicó su vida a servir: “Nosotros como católicos tenemos que estar preocupados por lo que pasa en el mundo, no podemos escondernos ni espiritualizar nuestra fe. Ver lo que está pasando, la tristeza que se vive, y volver la mirada a Jesús y decir «hagan lo que Él les diga»”.
“Esto se da en medio de dificultades (…) como dice San Pablo «no hago el bien que quiero hacer y hago el mal que no quiero hacer». Por eso tenemos que ayudarnos como comunidad, rezar los unos por los otros, juntarnos en la Misa dominical, armar comunidades de creyentes que se apoyen para poder llegar al anhelado cielo que tanto queremos”, agregó.
Finalmente, Mons. Chomali dedicó palabras a quienes organizaron la jornada. “Gracias a la Parroquia San Agustín, al Padre Sixtus que con dedicación y devoción prepara como párroco este hermoso encuentro, a la comunidad de los Agustinos, a las camareras, a las Fuerzas Armadas. Este es el Chile que tenemos que cuidar y querer. Nosotros tenemos que ser ejemplos de amor a la Patria que nos viene del amor a Dios”, expresó.
Asimismo, el Pbro. Sixtus Uwague (osa) agradeció la participación de los jóvenes, adultos y adultos mayores que participaron “caminando con energía y con alegría. Eo me llama la atención porque los enfermos y personas en sillas de rueda están con nosotros. Es una renovación de nuestra vida, saber que la Virgen vive en nosotros y que nunca nos abandonó en este tiempo de crisis. Es una forma de dar alabanza a Dios a través de nuestra Madre, en una celebración de esperanza por un Chile mejor”.
La tarde de este domingo 25 de septiembre, en el marco del Día de Oración por Chile, cientos de personas acompañaron a la imagen de la Virgen del Carmen, la cual salió en procesión desde la Parroquia San Agustín hasta la Catedral de la Santísima Concepción, para celebrar la Eucaristía presidida por Monseñor Fernando Chomali.
Animados con cantos y bailes, los fieles peregrinaron junto a la Patrona de Chile por las calles del centro de Concepción, agradeciendo y pidiendo su protección.
Durante el camino, la procesión se detuvo en la Universidad de Concepción, el Hospital Regional, los Tribunales de Justicia y la VIII Zona de Carabineros, para rezar especialmente por los jóvenes, estudiantes y profesores; por los médicos, voluntarios y personal de salud; por la justicia y finalmente por las Fuerzas Armadas y Carabineros.
Al llegar al frontis de la Catedral, la Virgen del Carmen fue recibida por una multitud de personas y representantes de las Fuerzas Armadas y de Orden, quienes brindaron honores militares a la Virgen del Carmen, quien es su Patrona y Generala Jurada.
Con una Catedral repleta de feligreses, la imagen de la Madre y Reina de Chile hizo ingreso al templo entre aplausos y el tradicional “Viva la Virgen del Carmen”, para dar inicio a la Eucaristía presidida por Monseñor Fernando Chomali.
“Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres, porque nos reúne (…) porque a través de María nos muestra un camino que es Jesús”, comenzó reflexionando el Arzobispo de Concepción.
En su homilía, Mons. Chomali animó a la comunidad a seguir el ejemplo María, quien puso su confianza en Dios y dedicó su vida a servir: “Nosotros como católicos tenemos que estar preocupados por lo que pasa en el mundo, no podemos escondernos ni espiritualizar nuestra fe. Ver lo que está pasando, la tristeza que se vive, y volver la mirada a Jesús y decir «hagan lo que Él les diga»”.
“Esto se da en medio de dificultades (…) como dice San Pablo «no hago el bien que quiero hacer y hago el mal que no quiero hacer». Por eso tenemos que ayudarnos como comunidad, rezar los unos por los otros, juntarnos en la Misa dominical, armar comunidades de creyentes que se apoyen para poder llegar al anhelado cielo que tanto queremos”, agregó.
Finalmente, Mons. Chomali dedicó palabras a quienes organizaron la jornada. “Gracias a la Parroquia San Agustín, al Padre Sixtus que con dedicación y devoción prepara como párroco este hermoso encuentro, a la comunidad de los Agustinos, a las camareras, a las Fuerzas Armadas. Este es el Chile que tenemos que cuidar y querer. Nosotros tenemos que ser ejemplos de amor a la Patria que nos viene del amor a Dios”, expresó.
Asimismo, el Pbro. Sixtus Uwague (osa) agradeció la participación de los jóvenes, adultos y adultos mayores que participaron “caminando con energía y con alegría. Eo me llama la atención porque los enfermos y personas en sillas de rueda están con nosotros. Es una renovación de nuestra vida, saber que la Virgen vive en nosotros y que nunca nos abandonó en este tiempo de crisis. Es una forma de dar alabanza a Dios a través de nuestra Madre, en una celebración de esperanza por un Chile mejor”.
