Con gran alegría se vivió la dedicación de la Capilla Cristo Rey, perteneciente a la Parroquia San Francisco de Asís del sector Lorenzo Arenas de Concepción, la tarde de este sábado 27 de abril.
La Eucaristía fue presidida por el Administrador Diocesano de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez, junto al Ministro Provincial de la Orden Franciscana, Fray Carlos Guillermo Paz; el Secretario Provincial, Fray Miguel Ángel Correa; el Párroco de la comunidad, Fray Claudio Salgado; el Vicario Parroquial, Fray José Miguel San Martín; y el Hermano Víctor Hugo.
Tras el rezo de las Letanías de los Santos, Monseñor Álvarez ungió con el santo crisma las columnas y el Altar de la capilla, donde previamente fue depositada la reliquia de San Antonio de Padua.
Esta capilla fue una de las que resultaron dañadas por el terremoto ocurrido en 2010 y desde entonces la comunidad realizó diversas iniciativas para llevar adelante su reconstrucción.
Monseñor Álvarez afirmó que fue “una fiesta de fe” y destacó el “trabajo largo y perseverante por parte de la comunidad”. En ese contexto, comentó que desde que asumió “como Obispo Auxiliar de Concepción y Vicario General he tenido mayor cercanía con ellos, y he visto el gran espíritu de reconstrucción”.
“De algún modo, la reconstrucción de esta capilla también es un signo frente a todos los acontecimientos que surgen en este tiempo, que si bien no son un terremoto como el que se vivió en 2010, me parece que analógicamente también estamos con diversos terremotos en la vida social, como la tragedia que se vivió por la pérdida de los tres carabineros y todo el conflicto que existe en la provincia de Arauco. Creo que esta bendición y comunión con la comunidad, también entrega ese espíritu de reconstrucción que tanto necesitamos en Chile y también en nuestra Iglesia. Creo que fue un verdadero signo”, enfatizó.
Por su parte, el Párroco de San Francisco de Asís, Fray Claudio Salgado, expresó su agradecimiento a Dios y a todos quienes colaboraron con la reconstrucción de la capilla.
Además, hizo mención a una piedra, ubicada cerca del tabernáculo, donde hay “un trozo pequeño de roca sobre la que está cimentada esta capilla. Si pasó el terremoto del 39, el del 60 y el del 2010 es porque es buena base, roca firme. Ahí hay un trozo”.
“Gracias a todos ustedes, gracias a todos los que han acompañado, gracias a todos los que han trabajado, porque de verdad que han trabajado mucho. Pero cuidado, porque la obra no termina, todavía tenemos que seguir trabajando”, señaló.
