Con gran alegría y entusiasmo se vivió la Misa de envío de los voluntarios de Trabajo País la mañana de este sábado 13 de julio en la Parroquia Universitaria de Concepción.
La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Concepción, monseñor Sergio Pérez de Arce SS.CC., junto al obispo auxiliar, monseñor Bernardo Álvarez; el párroco de la comunidad, padre Víctor Álvarez; el padre Luis Roblero S.J.; y el padre Jesús Ruiz.
En su homilía, monseñor Pérez de Arce expresó su alegría de poder estar con los voluntarios “en este inicio de la misión de Trabajo País y de esta iniciativa tan significativa para la vida de ustedes y de la Iglesia”.
En ese contexto, comentó acerca de las misiones en las que participó en su juventud y destacó que si bien no recuerda los detalles, sí algunos acontecimientos que fueron importantes en su camino de fe.
“Y este camino de fe, Dios lo va conduciendo de una manera misteriosa, Dios nos va guiando a cada uno de nosotros por diferentes rutas y caminos. Y todas estas experiencias de servicio, de encuentro con los demás, de celebración de nuestra vida, de nuestra fe son bien significativas. Entonces, yo quisiera invitarlos a que, aunque después no se acuerden de muchos detalles, vivan todo esto no como un acontecimiento aislado (…) sino como una experiencia en un camino de fe que están haciendo. Ustedes están haciendo un camino de fe que empezó, seguramente, hace un tiempo atrás y seguirá, Dios quiera, por mucho tiempo dentro de una historia que Dios va haciendo con cada uno”, enfatizó.
Haciendo alusión a Santa Teresa de los Andes, cuya fiesta se celebraba ese día, destacó que ella “fue radical, amó a Dios con todo y amó también a sus seres queridos con un amor lleno de ternura (…) También fue radical en la vida cotidiana, vivió su fe y su amor en la vida cotidiana (…) no se queda en la teoría”. En ese sentido, invitó a los jóvenes a vivir estos días de misión “con radicalidad, pero expresándolo en las cosas de cada día”.
Al término de la Santa Misa, los coordinadores regionales de Trabajo País entregaron un reconocimiento a los miembros del equipo regional y a los jefes de zona, destacando que son “herramientas de esperanza en un equilibrio perfecto entre renovación de las construcciones, el contacto con la comunidad, las finanzas, las condiciones de los voluntarios, la difusión, el mantener a Dios en el centro y el liderazgo. Ellos logran que todo esto sea posible”.
Luego de la Eucaristía fue bendecida una sala de la Parroquia Universitaria, que desde ahora pertenecerá a los voluntarios de Trabajo País y de Misión País.
Es importante mencionar que en estas misiones de invierno, los voluntarios acompañarán a las comunidades de Coelemu, Rafel, Poduco Alto y San José de Colico, entre el 14 y el 21 de julio.
