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Con alegría y entusiasmo se vivió la Misa para Niños en la Catedral de Concepción

Publicado el: 27 Mayo, 2024

Con inmensa alegría, entusiasmo y una Catedral de Concepción repleta, se vivió la Misa para Niños, organizada por la Vicaría Pastoral para el Servicio de la Niñez, la mañana de este domingo 26 de mayo, fiesta de la Santísima Trinidad. 

La Eucaristía, celebrada con motivo de la Jornada Mundial de los Niños convocada por el Papa Francisco, fue presidida por el Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Oscar García, junto al Asesor de los Acólitos, Padre Pedro Gómez.

Monseñor Oscar García inició su homilía agradeciendo a Dios por estar reunidos en comunidad y destacando la presencia de niños y familias provenientes desde distintos puntos de la Arquidiócesis. Además, explicó a los niños que “creemos en un solo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo”, haciendo énfasis en el inmenso amor de Dios por cada uno de nosotros: Dios Padre que nos ama infinitamente, nos pensó y nos creó. Jesús, nuestro gran amigo y salvador, que vino para mostrarnos el camino que nos conduce al Cielo. Y el Espíritu Santo que es el amor por excelencia y nos mueve a obrar bien hacia Dios y hacia el prójimo. 

En ese contexto, hizo preguntas a los niños para ayudarlos a identificar actos buenos, inspirados por el amor de Dios “que quiere que crezcamos no sólo como personas, en lo humano, en lo físico (…) sino que sobre todo en el amor. Cuando nosotros ponemos amor en cada pequeño gesto, en cada pequeño acto, en cada pequeño servicio, sin lugar a duda, esto es movido por el amor de Dios”

Haciendo alusión a la Carta de San Pablo a los Romanos 8,14-17, luego de preguntar a los niños qué desean para el mundo, para su entorno y sus familias, a lo que los niños respondieron que “el bien”, Monseñor Oscar sostuvo que “todos nosotros, que deseamos el bien, nos identificamos como hijos de Dios y tenemos que mostrar la diferencia, desde el más pequeño hasta el más anciano. Y cuánta más edad tenemos, mayor es el compromiso de obrar el bien, de desear el bien, de amar mucho más de lo que el otro me pueda corresponder (…) y amar hasta a nuestros enemigos”. 

Fue así que el Obispo Auxiliar de Concepción exhortó a los niños a comprometerse a hacer el bien hasta el último instante de sus vidas y amar al estilo de nuestro amigo Jesús, a lo que los niños respondieron afirmativamente con gran entusiasmo. 

“¡Qué bonito! Me gustó escuchar la voz de los niños, pero también me gusta escuchar la voz de los mayores, porque el compromiso es común. Todos estamos llamados y, sobre todo, a darle testimonio a ellos de que podemos construir una realidad diferente, una sociedad diferente, donde reine siempre el amor, la concordia, la fraternidad, la amistad, el buen deseo, realmente desde lo más profundo del corazón, no solamente de palabras” y preguntó a todos los presentes: “¿Queremos vivir al estilo del amor del Señor, haciendo el bien en medio de nuestra realidad?”, a lo que todos respondieron que sí y Monseñor García destacó que “así haremos la diferencia, porque así mostraremos lo bello, noble y grande que hay del Señor en nuestro corazón”. 

“Ayudémosle también a tantos niños, a tantas familias, a mirar la vida con ojos diferentes, a no encerrarse en la amargura ni en la tristeza, que si realmente vivimos el amor, la esperanza nos renueva y podemos construir un mundo mejor. Gracias por vuestro sí a Jesucristo, al amor por excelencia, la fuerza del Espíritu y este Padre que nos conduce junto con ellos”, puntualizó. 

En el momento de la presentación de las ofrendas, un grupo de niños llevó hasta el Altar la oración del Padre Nuestro y una familia llevó los dones del pan y el vino. 

Es importante mencionar que la Misa fue acompañada por un coro formado por niños y una persona que interpretó en lenguaje de señas.

Caminar junto a Jesús

La Delegada Episcopal para el Servicio de la Niñez, Fernanda Lara, expresó su alegría “por ver una Iglesia tan viva, llena de niños y sus familias, que son el pilar de la evangelización en muchos casos. Así que estoy muy contenta, porque hubo presencia de varios grupos de las realidades pastorales que acoge la Vicaría”. 

“Esta Eucaristía surgió porque el Papa Francisco convocó a la primera Jornada Mundial de Niños, así que ver una Catedral llena de niños ha sido una sensación muy bonita, de harta esperanza, porque ellos son el presente de nuestra Iglesia. Agradezco el mensaje de Monseñor Oscar motivando a los niños a seguir este camino junto a Jesús y de la mano de sus familias”, agregó. 

Entre quienes participaron en la Eucaristía estaba Fernanda Palma, de CEVAS de Hualqui, quien dijo que lo que más le gustó fue lo involucrados que estuvieron los niños en la Misa, “me gustaría que fuera más seguido, que hubiese un coro de niños hizo que fuera diferente y especial. El mensaje fue muy potente y el adecuado para los niños, para que empiecen a seguir a Dios en este camino”. 

Asimismo, Fernando Becerra, quien tiene 10 años y participa en Jupach de Talcahuano, afirmó que “la Misa es nuestro encuentro con Dios cada semana, así que fue lindo vivirla junto a otros niños. Me gustó mucho, Monseñor Oscar me cayó bien, es simpático”. 

Mientras que Francisco Ríos, monaguillo de la Parroquia San José de Curanilahue, señaló que “fue entretenido participar” y destacó la importancia de buscar el bien para “inspirar a los otros, a las siguientes generaciones, a seguir los camino de Dios”.

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