Con emotivas palabras de monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Concepción, y aplausos de varias personas en situación de calle, se puso en marcha el servicio por tercer año, del Albergue Móvil “La misericordia”, en el frontis de la catedral.
Hasta el lugar llegaron autoridades, entre ellas, el intendente regional, Sergio Giacaman; la seremi de Gobierno, Francesca Parodi, el seremi de Desarrollo Social, quienes alabaron la obra de Iglesia. “Quienes trabajamos para el Estado, tenemos que poner en el centro a las personas, en el bien común, y en ese contexto, el Gobierno ha impulsado un programa para las personas en situación de calle, Plan Calle, y permite entregar mejores condiciones de vida. Pero ese trabajo no es sólo responsabilidad del Estado, sino que hay que hacerlo entre todos. En ese sentido, esta obra de la Iglesia es una iniciativa de primer nivel “, dijo la autoridad regional.
Monseñor Chomali expresó que “con este servicio, las personas en situación, logran darle otro sentido a su vida. Este es un espacio para que las personas puedan encontrar una acogida y encontrarse con otros que están preocupados por ellas, y poder atender sus necesidades básicas. Con ello, la Iglesia trata de hacer carne el Evangelio de Jesús. Esto es absolutamente gratuito . esto crea una cultura de compartir y me siento orgulloso de lo que se hace aquí”.
Numerosas personas llegaron también para conocer y recorrer el bus albergue, que ha sido cuidadosamente fortalecido para cumplir con la hermosa misión de acoger a los más desposeídos.
Durante la ceremonia, el padre Yuliano Viveros, sacerdote agustino que ha acompañado permanentemente a los usuarios del Albergue Móvil, leyó la oración del Usuario, junto a las personas que llegaron y que habían recibido una copia del texto.
Además, se destacó el esfuerzo del Colegio Alemán, que realizó una campaña de ayuda, convirtiéndose en el primer aporte de la noche.