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Con gran entusiasmo se vivió el Campamento de Invierno de Jupach

Publicado el: 31 Julio, 2024

Dirigentes, coordinadores y asesores del movimiento Juventud Parroquial Chilena (Jupach) participaron en el tradicional Campamento de Invierno, que se realizó en las dependencias del Instituto de Humanidades de Chiguayante el 27 y 28 de julio. 

La temática de este encuentro, durante el cual se realizaron diversos talleres de formación, fue “Volver a las raíces” y contó con la participación de antiguos dirigentes y asesores del movimiento. 

La asesora de Jupach de la Arquidiócesis de Concepción, Moira Vega, detalló que en esta oportunidad “quisimos abordar temáticas de formación más que la actividad de jugar. Entonces nos contactamos con distintas entidades para que nos impartieran talleres, por lo que contamos con un psicólogo para trabajar la asertividad con los jóvenes y bomberos que hicieron un curso de reanimación. También tuvimos el acompañamiento de nuestro asesor espiritual”. 

En relación a la temática “Volver a las Raíces”, señaló que “nuestro campamento de dos días fue ambientado en el Jupach antiguo hasta llegar a la actualidad. Nos ambientamos en la época de la Colonia, luego realizamos actividades de los años 60, con un show donde nuestros jupachinos mostraron sus talentos. El día domingo la formación fue dirigida por parte de dirigentes inactivos, dirigentes que comenzaron con el movimiento hace muchos años y ellos vinieron a hacer un taller de juegos más simple, sin tecnología, sin tantos elementos modernos y volviendo a lo simple. Juegos simples, juegos dirigidos y juegos masivos”. 

Fue así que este campamento contó con la participación del padre Gustavo Sterkens, sacerdote norbertino, quien ha sido una figura clave en el movimiento, ya que cuando los Padres Norbertinos llegaron desde Bélgica con la misión de evangelizar, se dieron cuenta de que no había un espacio para los niños y comenzaron un método de evangelización basado en el juego, que permitía a los niños conocer a Jesús como Hermano mayor. 

Así lo relató el asesor espiritual de Jupach, padre Ricardo Valencia, quien agregó que “nosotros nos insertamos en esta historia, junto con el grupo de dirigentes que actualmente está en la Arquidiócesis de Concepción. Una historia que Dios ha hecho en Chile a través de la Juventud Parroquial Chilena, jóvenes que en sus parroquias buscan evangelizar”.  Y destacó que aunque hay muchas realidades parroquiales en las que no están los niños ni los jóvenes, “tenemos más de 100 jóvenes que trabajan en sus grupos locales evangelizando y tenemos, en estos momentos, casi 500 niños que semana a semana llegan a sus parroquias y son felices. Y eso es una gran alegría para Jesús como Hermano mayor, pero también para toda la Iglesia. Así que este campamento de invierno, que revitaliza el movimiento, es para nosotros una gran esperanza”. 

Gratitud por las nuevas generaciones

Entre quienes participaron en este campamento se encontraba Ignacio Anguita, dirigente de Jupach Bellavista Tomé, quien comentó que lleva más de diez años en el movimiento y afirmó que “me gustaron los juegos, las dinámicas, los talleres, todo lo que impartieron los tíos y las personas externas que vinieron. Me dejó muy contento, aprendí mucho, me encanta compartir con los demás tíos, conocerlos, conocer sus distintas formas de expresiones, danzas y también crear cosas nuevas, o sea, todo lo que conllevó este campamento de invierno me encantó. Cada vez que yo participo de estas actividades me llena más el corazón, se transforma cada vez más en amarillo y esto es lo que me encanta de este movimiento y espero seguir participando en él”. 

Por su parte, Katherine Concha, quien entre el 2000 y 2004 fue coordinadora nacional de Jupach y actualmente es asesora del Equipo de Materiales, valoró la invitación a participar en este encuentro y señaló que “me alegra mucho saber que puedo entregar todo mi conocimiento a esta nueva generación y poder compartir con ellos, porque en el fondo también es una retroalimentación para mí de que aún hay jóvenes que sienten ese compromiso y que quieren entregar todo su cariño, amor y energía a los niños que están ahora en las parroquias”. 

“Bueno, estos jóvenes hoy en día están haciendo todo el esfuerzo para que haya niños en las parroquias, que se puedan evangelizar y que en el futuro puedan ser dirigentes”, agregó. 

Mientras que Alfonso Alfaro, quien es jupachino desde que tenía 13 años de edad, dijo que “eso fue hace mucho tiempo atrás y el movimiento me ayudó para reforzar mi vida como cristiano y a través de Jupach he aprendido a compartir con todos los hermanos que he conocido a lo largo de este tiempo. Estamos hablando de por allá por el año 80, 85. He estado en distintos cargos dentro del movimiento, yo soy de la Diócesis de Santa María de los Ángeles, y el 2020 dejé de participar activamente. Así que agradezco a la Arquidiócesis de Concepción, al equipo diocesano, por extenderme esta invitación para seguir soñando con el movimiento y poder entregar algo de lo que uno puede hacer o hacía en su tiempo como joven”. 

Además, expresó su agradecimiento a Dios, “porque tenemos un relevo que sabemos que es sumamente importante en la Iglesia de hoy. Hay jóvenes valientes, hay jóvenes que dicen sí al Señor y lo hacen a través del movimiento de Jupach para enseñar a los niños y niñas de donde ellos pertenecen, en sus distintas parroquias y comunidades. Agradecer que con tan poco que pude haber hecho o aportado en este equipo, sentí la alegría de los jóvenes de saber que antes de ellos hubo también otros tíos que estuvimos ahí en las parroquias y formando el movimiento”. 

La delegada episcopal para el Servicio de la Niñez, Fernanda Lara, sostuvo que “como VPSeN, nuestra labor trasciende la logística y formación de acciones pastorales, reflejando el inmenso amor de Jesús hacia los niños,  adolescentes y jóvenes de nuestra Iglesia. Tuve la bendición de escuchar el testimonio del  padre Gustavo y de las personas que formaron parte del equipo de Jupach, quienes ahora cuentan con sus propias familias. Ver su entusiasmo al presentar juegos de los años 90 y el entusiasmo de los dirigentes actuales es un recordatorio de nuestra misión de evangelización”

“Además, el compromiso de las mujeres de la comunidad, motivadas por el  amor y el deseo de ver crecer a las nuevas generaciones en la fe, que colaboran en la  preparación de almuerzos, es inspirador. Estas experiencias subrayan que, aunque el camino ha sido difícil, como decía el Evangelio hace unos días, debemos sembrar semillas en tierra buena para que den fruto. Esta es nuestra gran misión”, enfatizó. 

Asimismo, destacó que el Campamento de Invierno de Jupach “no sólo fue un espacio de formación y aprendizaje, sino que también un encuentro que revitalizó el espíritu de comunidad y misión que caracteriza al movimiento. La experiencia compartida en estos días fortalecerá el compromiso de todos los participantes en su labor pastoral y continuarán trabajando juntos en la evangelización de las nuevas generaciones”. 

 

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