Congregados por última vez en la capilla del Colegio Inmaculada Concepción, en el centro penquista, los profesores católicos de la arquidiócesis celebraron su día, con una Eucaristía que presidió el Arzobispo, Monseñor Fernando Chomali, junto al Vicario Episcopal para la Educación, presbítero Mauricio Aguayo y a sacerdotes capellanes de distintos colegios.
En la homilía, Monseñor Chomali dijo “qué sería de cada uno de nosotros sin los profesores, qué sería de los jóvenes sin sus profesores que son educadores, artistas con un pincel fino donde cada línea marca a fuego a las personas. Este hecho infunde sobre nosotros una gran responsabilidad”.
Haciendo referencia al Evangelio del día, indicó “hay muchos que dan información, pero son menos las instituciones que generan conocimiento y cada vez menos las que promueven la sabiduría como don del Espíritu Santo. Tenemos como norte, además de educar, evangelizar y servir, formar personas sabias, que se conviertan en luz, que sepan descubrir lo importante, que sean verdaderos constructores de cambio, a eso apostamos nosotros”.
Finalmente, agradeció la posibilidad de oficiar esta Santa Misa. “Los alumnos pasan y los profesores quedan, por eso los he visitado y espero que se sientan muy queridos y respetados por la labor que hacen. Tenemos que colaborarnos mutuamente pensando en los tesoros extraordinarios que son los alumnos, que han puesto toda la confianza en nosotros. Gracias, sé que vuestro trabajo es maravilloso y hermoso. En uno de los colegios que visité me preguntaron qué es un líder y ustedes lo son, un líder es quien ayuda a sacar lo mejor de uno mismo, y tenemos que ayudarnos para que esa luz y sal salgan con mucha fuerza”.
Al finalizar, y luego de renovar su vocación educativa, todos los presentes recibieron un recuerdo de este día y compartieron un café, en uno de los salones del colegio.
Comunicaciones, Vicaría Episcopal para la Educación.