La inmediata preocupación tras el terremoto y el tsunami fueron las personas que sufrieron el mayor impacto. La Iglesia centró todos sus esfuerzos solidarios en ellas. Posteriormente, vino el enorme desafío de la reconstrucción de los templos.
A poco más de dos años desde aquel 27F, la tarea sigue pendiente y la meta está aún muy lejos. Sin embargo, hay que reconocer y valorar el apoyo recibido hasta ahora y que proviene de instituciones nacionales y extranjeras.
L a Iglesia de la santísima Concepción agradece el apoyo y las donaciones realizadas hasta ahora. Sin embargo, el objetivo final está muy lejos de alcanzar. De los poco más de 7.200 millones de pesos, que se calcula para reconstruir lo destruido, sólo se ha conseguido concretar, hasta este momento, un 39%.
Alex Acuña de la Unidad de Reconstrucción del Arzobispado de Concepción precisa que el desafío es muy grande, pero estima que es fundamental reconocer las donaciones y aportes. “Considero importante destacar la participación y la colaboración de diversos actores, entre los cuales están las comunidades eclesiales, fundaciones extranjeras y nacionales como también aportes de Gobierno y del sector privado”, señala
Sin embargo, lamenta que “a medida que pasa el tiempo, las donaciones se van haciendo cada vez más escasas”. Y frente a esta situación, la Unidad de Reconstrucción baraja todas las alternativas posibles para avanzar, de manera que están explorando y gestionando nuevos proyectos con apoyo estatal, a través del Ministerio de Cultura y Gobierno Regional.
En términos de porcentajes ¿Los aportes han cubierto gran parte de las necesidades?
– “No. El estimativo de reconstrucción de la Arquidiócesis suma $7.231.404.268, de los cuales hemos reconstruido sólo un 39%, es decir, $2.853.643.085.
Acuña expresa que tras el terremoto, los esfuerzos por promover la solidaridad y la búsqueda de apoyo, han sido intensos. “Hemos encontrado una importante respuesta en instituciones como ADVENIAT, FUNDAL, RASKOB, Fundación Cultura Nacional, Ministerio de Cultura, Fundación Emannuel y Ministerio de Hacienda”, reconoce, pero advierte que no ha visto un apoyo más efectivo de la empresa nacional, ya que la colaboración ha provenido “sólo de algunos empresarios”.
Avance
¿Qué templos se han reconstruido o que están en proceso de reedificación?
– “De un total de 149 edificaciones dañadas hemos reconstruido 58 y 9 están en proceso de ejecución. De las obras terminadas podemos mencionar el Santuario de San Sebastián, San Matías de Lota, San Pedro de Coronel, Nuestra Señora de la Candelaria de Tomé, Templo de Rafael, Capilla Nuestra Señora de Pompeya, Catedral (primera etapa), Sagrario, María Auxiliadora, Nuestra Señora de los Rayos entre otros. En ejecución, se encuentran San Juan de Mata, Seminario San Luis Gonzaga, San Pablo de Chiguayante, Cristo Rey de Chiguayante, Madre de Dios.
¿Cuáles son los proyectos que requieren un mayor apoyo?
– Templo de San Rosendo, San José Obrero de Schwager, Sagrado Corazón de Jesús, en Villa Mora de Coronel, San José de Talcahuano (segunda etapa), Nuestra Señora del Carmen de las Canchas, San Pedro de Caleta Tumbes, Todos Los Santos de Talcahuano por nombrar algunos.
Sagrado Corazón de Coronel
La parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Villa Mora de Coronel, es uno de los templos sin reconstruir. Su párroco, presbítero Manuel Zúñiga, recuerda que “materialmente, se derrumbó el templo de la comunidad de Nuestra Señora de la Esperanza, dañó los templos de las comunidades Santísima Trinidad y san Francisco de Asís, nuestro Templo parroquial y las dependencias de la sede parroquial. El templo parroquial fue demolido unas semanas después, porque los daños producidos eran irreparables”.
Para celebrar la vida pastoral, se recibió el apoyo de AIS (Ayuda a la Iglesia que Sufre) que donó una capilla de emergencia. “En la comunidad de Nuestra Señora de la Esperanza celebramos la Santa Misa en la casa de pastoral social de la población, pero evidentemente no es lo mismo y eso ha afectado el número de fieles que asisten a la celebración”, admite.
Actualmente, se trabaja en un proyecto para la sede parroquial, la nueva capilla de la comunidad de Nuestra Señora de la Esperanza y se reparan instalaciones de otras comunidades afectadas. Los proyectos se valorizan en alrededor de 400 millones de pesos, aunque la reconstrucción del Templo Parroquial aparece aún como muy lejana.
Hace notar que los dos templos tienen como característica principal abrirlos a la comunidad coronelina, no sólo para los católicos.
Madre de Dios de Pedro del Río
El templo de la parroquia Madre de Dios, en el sector de Pedro del Río, en Concepción, requiere con urgencia ser reconstruido. Los estudios concluyen que el edificio no estaba apto, ya que tiene más de 56 años, habiendo soportado el terremoto de 1960 y la acción de las temitas. El salón parroquial se desplomó.
El diácono Jorge García relata que para la realización de los oficios religiosos se habilitó, una pequeña capilla en la casa parroquial, con capacidad para 25 personas sentadas. La Eucaristía del domingo se realiza en un salón-gimnasio del Jardín Infantil Fabiola, con capacidad para 150 personas m/m. El Jardín pertenece a las religiosas de la Doctrina Cristiana, que cumplieron 50 años en la población y actualmente atiende a 320 niños. El proyecto de reconstrucción del templo se calcula en 150 millones de pesos y consiste en un templo de 350 m2 y un salón parroquial de 90 m2, todo en albañilería reforzada. Además, se considera un velatorio, dos salitas multitaller, una pequeña cocina, un baño, pasillo y patio luz.
El diácono García señala que se trabajan diversas estrategias para el financiamiento, como la sensibilización de la comunidad con un díptico con la reseña histórica de la parroquia, la situación social del sector y el servicio que presta a la comunidad. Además, se gestiona ayuda en el extranjero. Se abrió la cuenta es Santa Madre de Dios Nº 03-01735-4, del Banco BICE y se postula el proyecto para financiamiento estatal (decreto promulgado Nº 713-211, Obra Nº 140). Junto a ello, la comunidad trabaja espiritual y materialmente, con beneficios como rifas, mates criollos, bingos para adultos y bingo infantiles, a lo cual se suman pequeños aportes en dinero los días domingo, y las colectas de la misa.
Todos los Santos de Talcahuano
El presbítero Miguel Almeida tiene sobre sus hombros el desafío de reconstruir el templo que resultó muy dañado por el terremoto, advirtiendo que la parroquia se encuentra en una situación estructural muy difícil. “No tenemos nada, porque todo se perdió”, enfatiza.
Actualmente, se cuenta con un templo de emergencia, que se ubica en avenida Colón 1718, en el puerto. El párroco indica que es un terreno de propiedad de un particular, pero que ha tenido la bondad de cederlo en un comodato por 4 años. “En este lugar hemos emplazado una iglesia de emergencia como las que ofrece AIS, dos contenedores donados por particulares y una casa prefabricada para el sacerdote, de 6 x 6 metros, que fue donada por una comunidad de la Iglesia diocesana”, comenta.
La comunidad parroquial venía trabajando en un proyecto de reconstrucción desde hacía 10 años, porque estaba consciente que tarde o temprano el templo sucumbiría. Al momento del terremoto disponía de algunos recursos ahorrados, que han servido para solventar gastos de la emergencia. Pero trabaja sin descanso en beneficios (bingo, rifa, mate criollo, donaciones voluntarias). “ Este emplazamiento nos servirá por el espacio de tres años que nos queda del comodato, mientras hacemos lo imposible para reunir los fondos y terminar un proyecto definitivo”, plantea el Padre Miguel.
En el nuevo proyecto, agradece el apoyo de profesionales como el arquitecto Gonzalo Mardones y algunos ingenieros. Y valora el ofrecimiento de algunas empresas, pero que por trabas administrativas no ha sido posible concretar los aportes. El proyecto cuesta alrededor de 400 millones de pesos, ya que las obras consideran alrededor de mil metros cuadrados de construcción (templo, casa, centro comunitario, salones multifuncionales, velatorio). Dice que la comunidad ha reunido de 50 millones de pesos, más los aportes empresariales – si resultan las gestiones -, se llegaría a unos 160 millones de pesos, los cuales permitirían iniciar obras.