Este domingo es la Fiesta de la Divina Misericordia

Publicado el: 22 Abril, 2022

“Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia”, dijo Jesús a Santa Faustina Kowalska. Y precisamente este domingo 24 de abril, tú estás invitado a ser parte de este regalo del Señor. 

La Fiesta de la Divina Misericordia, que tradicionalmente se celebra el segundo domingo de Pascua, será en el Templo Catedral de Concepción.

De acuerdo a lo dado a conocer por el Apostolado de la Divina Misericordia, entre las 14:00 y las 14:30 horas está programado el ingreso de los asistentes. Luego, a las 14:30 se expondrá el Santísimo Sacramento y a las 15:00 horas se efectuará el rezo y canto de la Coronilla de la Divina Misericordia

A las 15:30 horas se celebrará la Santa Misa, que será presidida por el Padre Edgardo Ojeda, quien bendecirá solemnemente las imágenes de Jesús de la Divina Misericordia y los objetos de piedad. 

Debido al contexto de pandemia por covid-19, al ingreso del lugar se tomará la temperatura y se les aplicará alcohol gel a los asistentes, quienes deberán mantener el distanciamiento social y usar mascarillas. 

“Jesús, en Ti confío”

En su diario, Santa Faustina relata que el Señor se le apareció vestido con una túnica blanca, tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho, desde donde salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. 

“Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves y firma ‘Jesús, en Ti confío’. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero”

Además, el Señor prometió “que el alma que venera esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo Mismo la defenderé como Mi gloria”. 

Respecto de los dos rayos, Jesús le explicó que “el rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas” y el rayo rojo “simboliza la Sangre que es la vida de las almas”

“Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi misericordia cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios”, agregó. 

Indulgencia

“En aquel día quien se acerque a la Fuente de la Vida conseguirá la remisión total de las culpas y de las penas”, dijo el Señor a Santa Faustina, según lo registrado en su diario. 

Es así que en un decreto publicado en 2002 por la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede, se establece que:

“Se concede la Indulgencia Plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia Divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia Divina, o al menos rece, en presencia del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padre Nuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, “Jesús misericordioso, confío en Ti”)”.

Además, indica que “se concede la Indulgencia Parcial al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas”.

En el documento también se hace un llamado a los sacerdotes para que informen oportunamente a los fieles acerca de esta disposición de la Iglesia y tengan un espíritu pronto y generoso para escuchar confesiones. Además, les indica que en el “domingo de la Misericordia Divina, después de la celebración de la Santa Misa o de las vísperas, o durante un acto de piedad en honor de la Misericordia Divina, dirijan, con la dignidad propia del rito, el rezo de las oraciones antes indicadas”. 

Coronilla de la Divina Misericordia

Fue el mismo Jesús quien le enseñó a Santa Faustina la Coronilla de la Divina Misericordia. A continuación te explicamos cómo rezarla:

Toma tu Rosario y reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo. Luego en la cuenta donde usualmente rezamos el Padre Nuestro di: “Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero”.

Después en cada una de las cuentas del Ave María di: “Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Al terminar los cinco misterios de la coronilla debes orar diciendo tres veces: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

 

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