Fieles de Hualpén y Concepción recordarán al padre Edmundo Lejeune

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Publicado el: 16 mayo, 2012

Con gran afecto la feligresía de Hualpén, Talcahuano y Concepción, recuerda el primer aniversario de la muerte del padre Edmundo Lejeune, que durante mucho años vivió y sirvió social y pastoralmente a los sectores más modestos de la zona.

El horario de Misas será el siguiente:

 –         Viernes 18 de mayo a las 20 horas en la parroquia Jesús de Nazaret

–         Viernes 18 de mayo a las 20 horas en la comunidad Jesús Obrero (Alemania 1338)

–         Domingo 20 de mayo a las 11.30 horas en la parroquia San José de Concepción

–         Y en todas las Misas tanto de las parroquias San José de Concepción y Jesús de Nazaret de Hualpén.

El hno. Edmundo vivió 91 años; murió a los 71 de vida capuchina, 65 de ministerio sacerdotal, 41 años en Chile, de los cuales 37 trabajó y testimonió en Hualpén.

El viernes 18 de mayo, a las 20 horas, se celebrará una eucaristía en la parroquia Jesús de Nazaret, en Hualpén, en la comunidad Jesús Obrero (Alemania 1338). En tanto, el domingo 20 de mayo, se celebrará una eucaristía en la parroquia San José de Concepción, a las 11.30 horas.

El padre Edmundo nació en la ciudad de Verviers, Diócesis de Lieja, Bélgica, el 3 de enero de 1920. Su familia vivía en la región belga conocida como Walonia. Diez días después de venir al mundo fue bautizado en la Parroquia de San Antonio de su ciudad natal con los nombres de Edmundo Olivier Bertin Leopoldo Francisco. Cuando tenía doce años recibió la Confirmación de su fe en la Parroquia de San Remacle, de Verviers.

Hizo sus estudios básicos en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y su enseñanza media en el Colegio Franciscano que tenían los Capuchinos en Tournai. Años más tarde, en 1965, previendo su futura venida a Chile como misionero, hizo un año de estudios pastorales en EMACAS, en la Escuela Misionera de Acción Católica y Social, en la Facultad de Teología de la Universidad de Lille, Francia.

El 17 de septiembre de 1939, a los 19 años de su edad, tomó el hábito capuchino en el Noviciado de Mons, asumiendo como nombre religioso el de Désiré de Verviers. Profesó sus primeros votos un año después, el 21 de noviembre. Eran los tiempos difíciles de la Segunda Guerra Mundial y debió interrumpir, por muy breve tiempo su año de aprobación. Por decisión del Rey de Bélgica los jóvenes de esa nación debían alistarse para ir a combatir en defensa de la patria; el padre Edmundo debió partir a Francia, al frente de batalla, pero cayó prisionero de los alemanes, aunque por poco tiempo.

Tres años después, mientras estudiaba Teología en el convento de Ciney, se consagró perpetuamente al Señor en su Profesión solemne. Al terminar sus estudios eclesiásticos, recibió el Orden Sagrado en Namur el 28 julio 1946 y celebró su Primera Misa solemne en Verviers, su lugar natal.

El principal apostolado al que lo destinaron sus Superiores fue el de la predicación, apostolado muy frecuente entre los hermanos capuchinos europeos. En varias ocasiones viajó a Francia para predicar Misiones en el norte de ese país. Por varios años fue predicador en el convento de Verviers, donde además asumió como Comisario de la Tercera Orden Franciscana, animación de laicos franciscanos a los que sirvió con mucha entrega y competencia.

Durante 24 años ejerció su ministerio sacerdotal en su Bélgica natal. Tal vez cuando a muchas personas se comienzan a cerrar los horizontes de la vida, a sus 50 años de vida y 24 de sacerdote, pensó dejar su patria y venir a Chile. Por los años ’60, el Obispo de Osorno, hoy el Siervo de Dios Francisco Valdés Subercaseaux, capuchino, había solicitado ayuda de personal sacerdotal en Europa. Y en forma especial había golpeado las puertas de sus hermanos capuchinos en Holanda y Bélgica.

A comienzos del año 1970, el padre Edmundo inicó su apostolado en la región de Osorno. Ejerció su ministerio en Bahía Mansa, en el Barrio de Rahue Alto, en el poblado de Riachuelo. El año 1973, junto con los hnos. Pedro Jaminet y Lázaro Effinier, ambos capuchinos se trasladaron a la zona de Concepción y Talcahuano que será para el hno. Edmundo el campo más querido y el tiempo más prolongado de su entrega apostólica. Fueron 37 años. Esos años vivieron en la Población Irene Frei, en una casa muy humilde del barrio. Allí fue donde comenzaron a trabajar su sueño, hacer de la Parroquia Jesús de Nazaret una comunidad de comunidades. Y fueron, poco a poco naciendo y tomando cuerpo estas comunidades: Espíritu Santo, Cristo Resucitado, Jesús Obrero, Jesús Palabra de Dios, Madre del Salvador, Santísima Trinidad y las comunidades de las Caletas de Lenga, Chome y Perone.

Algunos años más tarde, asumió la atención del Departamento de Migraciones el Arzobispado de Concepción. No era un trabajo muy conocido, pero este cargo que le dio la autoridad diocesana fue una nueva oportunidad, desde una oficina, informar y ayudar personas en otro tipo de pobreza u orfandad.

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