En octubre de 2011 la Comunidad Santa Clara de Talcahuano recibió un maravilloso regalo: la Virgen del Carmen Misionera donada por el mismísimo Papa Benedicto XVI. Y fue para preparar su llegada y recibir a la Madre de Dios con bombos y platillos que 22 mujeres fundaron una Hermandad y se consagraron a ella para protegerla, acompañarla, amarla y orarle una vez que arribara a su nuevo hogar.
Del dolor nacen devociones
Esta historia de compromiso mariano surge del dolor de una tragedia y es que el tsunami del 27/F dejó a Santa Clara prácticamente bajo el agua. Barro, peces y construcciones caídas era el panorama que se vivía esa mañana y estas mujeres dedicaron su tiempo y esfuerzo para limpiar los espacios comunes. Así lo relató una de las encargadas de la Hermandad, Eugenia Hermosilla, “nosotros quedamos con la capilla dañada en ambos costados, el salón, la cocina. Todo inundado”.
A pesar del dolor, la comunidad supo levantarse. Celebraron la Santa Misa en salas de clases y carpas hasta que, a través del Arzobispado de la Santísima Concepción, la Fundación Emmanuel Acompaña financió la construcción de la Capilla. Recuerda Orquídea Barraza que “hemos recibido mucha ayuda de varias partes del país y nosotros nos mantuvimos firmes trabajando en lo que se pudiera. Así nos llegó un gran regalo de la fundación”.
Y poco tiempo después se enteraron de la llegada de otro presente. “Monseñor Ezzati nos dijo un par de veces que llegaría algo muy importante a nuestra capilla, pero jamás nos imaginamos lo que era”, relata Eugenia Hermosilla. Fue entonces cuando estas mujeres viajaron a Santiago al Templo Votivo de Maipú a visitar a la Virgen del Carmen Misionera que llegaba a Chile.
“El encargado del Templo nos pregunta de dónde somos y cuando le respondimos que veníamos de Santa Clara, nos dijo: ‘a ustedes les va a llegar un regalo enorme’ y nosotras ya estábamos empezando a sospechar”, explica Luz Barrios, fundadora de la Hermandad.
Monseñor Ricardo Ezzati fue el encargado de anunciar la noticia a Santa Clara: la Virgen del Carmen Misionera llegaría a su comunidad para quedarse. Y el porqué fue la localidad escogida para que la Madre de Dios residiera es algo que ellas aún se cuestionan.
Orquídea Barraza cree que “fueron lo que vieron nuestros pastores. Esa fuerza que tuvimos para seguir adelante, seguir luchando. Dios nos eligió a nosotros como custodios de María y eso también lo vieron los Obispos. El tsunami se llevó vidas y casas, pero no logró llevarse nuestra fe y eso nos mantuvo luchando”.
Pily Saavedra, por su parte, también tiene su teoría. “El Papa la envió a Chile para que fuera Madre del Consuelo y yo creo que ella vino a eso. Yo creo que se fijó en la comunidad porque a lo mejor nos trae oración, aumentó la espiritualidad y además con el terremoto crecieron las devociones”.
La noticia ya era oficial y fue Luz Barrios quien convocó a las mujeres de la comunidad a crear una hermandad para acompañar, cuidar y orar a la Virgen del Carmen. Es así como 22 dan el sí y comienza a formarse esta agrupación.
“Para poder custodiar a María primero teníamos que aprender de la vocación del Carmen. Por eso estudiamos sobre ella, su historia, sus milagros e hicimos formaciones”, explica Luz.
Y fue así como la encargada del 1%, miembros del coro, catequistas, encargadas de liturgia, entre otras se consagraron a la Virgen del Carmen y comenzaron a preparar su llegada.
Una vida con ella
El 14 de octubre de 2011 llegó a la nueva capilla la Virgen del Carmen Misionera. Un día de felicidad y gozo para la comunidad entera. La Madre de Dios fue recibida con una peregrinación y posterior ceremonia en las afueras de su hogar y a ella asistieron cientos de fieles para darle la bienvenida que se merece.
Desde ese momento, la Hermandad se ha preocupado de custodiar a la Virgen. Para ello tienen turnos. En las mañanas el templo está abierto todo el día y en las tardes estas mujeres hacen turnos de 3.30 a 5.30. “Queremos acompañar a las personas que quieran venir a hacer oración. Por eso nuestra capilla está abierta la mayor parte del día”, explica Eugenia Hermosilla.
Asimismo, todos los días se reza el Santo Rosario y poseen además un manual para guiarse en la oración. Lo anterior lo complementa Pily Saavedra: “Invitamos a las personas a pasar y entrar a conocer para que así se sepa el hermoso regalo que hay aquí. Los invitamos a venir y rezarle a María con nosotras”.
Desde la llegada de la Virgen del Carmen Misionera sus vidas han cambiado. Lidia Anabalón cuenta que “estaba alejada de la Iglesia. Desilusionada por tanta información negativa que mostraban las noticias. Pero cuando llegó la Virgen y la miré, sentí que me llamaba y comencé a participar en la Hermandad. Ahora estoy consagrada a ella y no concibo mi vida sin mi fe”. Ella es, junto a Eugenia Hermosilla, la encargada de la agrupación.
A pesar de que ya han pasado muchos meses, para estas mujeres tener a la Madre del Señor en su templo no se convierte en rutina. “A veces yo me siento sólo a mirarla. A contemplar lo importante que es que ella esté aquí. ¡Aquí en Santa Clara! Es impresionante no cansarse jamás de mirarla”, comenta Pily Saavedra.
Y es que para ellas es importantísimo no olvidar a quién tienen en su capilla. “No queremos que se convierta en rutina y de repente deje de ser importante”, explica Lidia Anabalón. Por este motivo la agrupación realiza constantemente formaciones, encuentros y actividades con el fin de mantener vigente “la sensación de grandeza que ella te da. No quiero pasar por al lado un día y no contemplarla aunque sea un ratito”, explica Pily Saavedra.
Para estas mujeres, la Virgen del Carmen Misionera ha traído consuelo, alegrías, trabajo y responsabilidades y esta Hermandad seguirá trabajando por ella y para ella agregando a sus actuales trabajos nuevos proyectos.
El camino hacia el santuario
La Virgen no llegó sola a Santa Clara. Trajo con ella cada uno de los regalos que devotos le han hecho a lo largo de Chile durante su peregrinar. Sombreros, tazones, flores de cobre, rosarios, joyas, artesanía en greda, entre muchos otros.
Asimismo, el libro de testimonios escritos por fieles está a disposición de los visitantes y, junto a él, un nuevo cuaderno en el cual cada uno de los asistentes puede escribir su experiencia y su historia.
Todos estos regalos estarán disponibles próximamente en estantes en el segundo piso de la Capilla en exhibición para que el público pueda visitarlos.
Otro proyecto en el que la comunidad está pensando es en el muro de agradecimientos, en el cual los devotos podrán darle gracias a la Virgen por los favores concedidos mediante placas como es visto en algunos santuarios.
Aunque la Hermandad afirma que aún es poca la gente que sabe que la imagen tiene su hogar permanente en Talcahuano. Sin embargo, tienen fe que poco a poco serán cada vez más los devotos que la visitarán y será ella quien se encargue de anunciar su presencia.
Dirección: Manuel Bayon 313, Población Santa Clara, Talcahuano