En un ambiente de profunda alegría se vivió el encuentro entre el arzobispo de Concepción, monseñor Sergio Pérez de Arce SS.CC. y las Trinitarias, la mañana de este jueves 11 de julio.
El encuentro comenzó con la celebración de la Eucaristía, que fue presidida por Mons. Pérez de Arce junto al obispo auxiliar de Concepción, monseñor Bernardo Álvarez, en la capilla del monasterio ubicado en Penco.
El arzobispo de Concepción expresó su alegría por la oportunidad de compartir con las religiosas y se encomendó a sus oraciones. En su homilía reflexionó en torno a la profecía de Oseas 11, 1-4.8c-9, destacando la descripción “de la ternura, del cariño de Dios, que nos hace bien recogerla en la relación que Dios tiene con nosotros. Esto no es sólo para conocerlo en la mente, sino que para descubrir nuestro propio itinerario con Dios, cómo nos ha amado el Señor y nos sigue amando, siempre, en todo momento”.
En ese contexto, afirmó que nuestra respuesta al amor de Dios muchas veces es desagradecida, somos ingratos y no reconocemos que el Señor nos cuida y nos acompaña, pero señaló que “es tan impresionante, porque Dios tendría derecho a enojarse, a que se encienda su ira, sin embargo, se enciende su ternura”, como señala el texto bíblico: “Mi corazón se subleva contra mí y se enciende toda mi ternura: no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a Efraím. Porque Yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no vendré con furor”.
“Encuentro precioso esto para nuestro camino de fe y ojalá que hoy día volvamos a sentir, a comprender, a acoger, a agradecer ese gran amor tierno de Dios en nuestra vida, que es el fundamento de todo. Ahí está el fundamento de lo que hacemos, de lo que vivimos, si ustedes están aquí en el monasterio, si nosotros estamos en este servicio ministerial, si cualquier cristiano está haciendo comprometidamente su vida de fe por el Señor, es porque nos hemos sentido cuidados, amados y acompañados por el Señor. Y de esto tenemos que dar testimonio”, enfatizó.
Además, el arzobispo de Concepción expresó su deseo de que “nuestro corazón tenga mucha ternura para los demás, para las hermanas, para la gente con la que nos encontramos y podamos ser un signo de la ternura de Dios en nuestro mundo”.
Luego de la Santa Misa, monseñor Sergio Pérez de Arce SS.CC compartió un desayuno con las hermanas Trinitarias, quienes lo sorprendieron con una torta para celebrar su 4º aniversario episcopal.
La Hna. Cecilia de la Anunciación, vicaria de las Trinitarias, afirmó que este encuentro fue “un don muy grande de nuestro Dios, Uno y Trino” y relató que “cuando monseñor Chomali, nuestro anterior arzobispo, fue trasladado a Santiago, nos dio penita en el corazón. Pero después repetíamos aquel versículo de la Escritura que dice “muéstranos al elegido”, porque Dios ya tenía elegido a don Sergio, los que no sabíamos éramos nosotros. Entonces nosotras decíamos “muéstranos al elegido” y orábamos por ese elegido que en ese minuto no sabíamos quién era, pero ya estábamos orando”.
“Cada persona es un mundo, un don de Dios, cada ser humano es un don de Dios, cada pastor es un don de Dios. Así que por supuesto que esta primera visita a nuestra hermosa casa es una tremenda alegría. La presencia del pastor con sus pequeñas ovejas, que estamos para alabar y glorificar a nuestro Dios, Uno y Trino, y para entregar toda nuestra vida junto con Cristo en oblación por la salvación del mundo y por la necesidad de tantas personas que están sufriendo, por tantas carencias, por tantos problemas y tanto sufrimiento que hay que acompañar”, puntualizó.
