Hogar de Ancianos San José de Tomé: Obra social del Arzobispado de Concepción en beneficio de los adultos mayores vulnerables

Publicado el: 14 Julio, 2022

El hogar de ancianos San José de Tomé, perteneciente a la Fundación Laudato Si’ del Arzobispado de Concepción, lleva 64 años al servicio y cuidado de los adultos mayores más vulnerables.

El Hogar San José de Tomé es una residencia sin fines de lucro fundada en noviembre de 1958, cuya principal motivación se fundamenta en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia. Esta entidad tiene como objetivo brindar acompañamiento y dignidad a adultos mayores en condición de vulnerabilidad. 

Por este motivo, este hogar atiende a personas mayores de 60 años de edad, que por motivos físicos, psicológicos o sociales, requieren de un ambiente protegido y de cuidados para la mantención de su salud y funcionalidad.

Además, mediante esta labor se pretende promover la justicia social, brindando cuidados, protección y estadía a quienes menos posibilidades tienen. Todo esto, en virtud de su cuidado integral, valorándolos como sujetos de derecho y respetando sus condiciones físicas, mentales y espirituales.

Al día de hoy, la institución lleva 64 años de funcionamiento y entregando un servicio completo en cuanto a cuidados, acogiendo como residentes a quienes por asuntos económicos no pueden cubrir el costo de otros establecimientos de este tipo. De esta forma, ha entregado la posibilidad a cientos de adultos mayores que no cuentan con ingresos suficientes y familia que pueda apoyarlos o encargarse de su bienestar.

Andrés González, Director del Hogar San José y trabajador social de profesión, reconoce que los residentes no cuentan con los medios posibles o requisitos para postular a otros lugares o casas de reposo, ya que “en su mayoría, son beneficiarios de la pensión garantizada universal y tampoco cuentan con una red familiar que pueda asumir sus cuidados en atención domiciliaria”.

Otra obra social de la Fundación Laudato Si’

En cuanto a lo económico, el hogar ha transitado “bajo la administración de congregaciones religiosas que por motivos de índole administrativo, técnico y económico, no pudieron seguir dirigiendo”, cuenta González. 

Dado lo anterior, con el propósito de evitar el cierre del Hogar San José, el encargado del recinto mencionó que “en el año 2017, el Arzobispo de la Santísima Concepción, Mons. Fernando Chomali, adquiere el compromiso de continuar con esta obra”, la que en un primer periodo fue asumida por la Fundación Novo Millennio vinculada a la Vicaría de Pastoral Social (VPS), hasta ser traspasada bajo el amparo de la Fundación Social Laudato Si’. 

Es así, como el Hogar de Ancianos San José de Tomé se convierte en una más de las tantas obras sociales que la Iglesia de Concepción, de la mano de Monseñor Chomali, ha impulsado en la región.

“Como obra social, nos vinculamos con el medio para generar asociaciones, que permiten mejorar la atención y cuidados a los residentes, desempeñando la misión con buenas prácticas, atención digna y cercana que busca el bienestar de los adultos mayores”, afirmó Andrés González.

Sin embargo, Valentina Vergara, asistente social de la Vicaría de Pastoral Social, mencionó que hoy en día siguen vinculados al Hogar San José, donde su labor principal “consiste en acompañar los procesos técnicos de la residencia, generar una red de colaboración con las otras residencias dependientes de parroquias y apoyar en la realización de gestiones de recursos (postulación a proyectos) cuando corresponda y sea necesario”.

De igual forma, agregó que la tarea de la VPS “favorece el acercamiento con las redes y voluntarios parroquiales que puedan fortalecer los aportes recepcionados. Es importante mencionar que las residencias de Adultos Mayores, están ligadas a las parroquias y/o congregaciones”, donde su principal motivación es lograr “fortalecer esta iniciativa, que pueda seguir entregando su servicio, con el mismo espíritu de servicio con el cual ha desarrollado su labor hasta el momento”.

Una gran labor y sus dificultades

La residencia de ancianos San José entrega “los cuidados y prestaciones que el adulto mayor requiere diariamente. Esto contempla su aseo y confort, alimentación, ropa, entrega farmacológica según prescripción médica, entre otras”, menciona el Director.

Para ello, los gastos que significa la estadía de los residentes son cubiertos, en menor medida, por las pensiones de los propios beneficiados, las que según el profesional “alcanzan a cubrir una mínima parte de lo que implica el costo por las prestaciones y cuidados que se otorgan en la residencia”. 

Por otra parte, los gastos restantes son cubiertos por campañas solidarias que realiza el propio centro de reposo, las cuales logran conseguir recursos para continuar con la labor. Además de contar con los ingresos o donaciones conseguidas por la Fundación Laudato Si’, mediante actividades que buscan generar un aporte constante a la implementación y financiamiento del recinto.

En ese contexto, el responsable de la residencia agregó que “constantemente el Hogar San José de Tomé se encuentra realizando campañas solidarias que, gracias al respaldo de agrupaciones y personas que conocen la labor ejecutada, han permitido dar continuidad a los servicios. Pronto se realizará una campaña que proyecta reunir socios colaboradores, además de otra para recaudar fondos”.

El impacto de la pandemia

Como en la mayor parte de la sociedad, la pandemia por COVID-19 afectó de manera notoria el funcionamiento y financiamiento del Hogar San José, que se vio obligado a destinar recursos para la compra de insumos médicos con el fin de lograr cumplir los protocolos de prevención establecidos por la autoridad sanitaria.

Así lo reconoce el Director, quién afirmó que debido a la crisis sanitaria, “se deben cumplir una serie de protocolos, para ejecutar las tareas habituales”. Además, añadió que “desde el punto de vista económico, se han incrementado los costos, se requieren insumos y productos que antes de la pandemia no se utilizaban con tanta frecuencia y que ahora, son de carácter obligatorio, como las mascarillas, desinfectantes, guantes, etc”.

De esta forma, se ha dificultado enormemente la labor del hogar, debido al gasto que significa cumplir con las normas sanitarias y el aumento de los precios de los recursos necesarios para el funcionamiento normal.

“Ha sido un tiempo complejo de administración para la residencia, en cuanto a la gestión y optimización de recursos. Se modificó todo el funcionamiento al interior del Hogar, se aplican estrictos protocolos emanados de la autoridad sanitaria, restricción de visitas, solo autorización de ingreso del personal que labora y equipos de salud”, declaró Andrés.

Igualmente, actividades de voluntariados que beneficiaban el ámbito administrativo, han sido imposibles  de realizar dado “el riesgo que ello implica, así también, visitas de organizaciones que acudían a compartir momentos de esparcimiento y actividades socio recreativas, que son de gran ayuda para el residente, fomentando su contacto interpersonal e integración social”, concluyó el profesional.

González mencionó que en nuestra sociedad es importante promover la concientización del adulto mayor y sus derechos, siendo “fundamental considerar la vejez como una etapa normal en el ciclo de vida, se deben modificar las creencias de que un adulto mayor es una persona pasiva (…) es primordial promover un enfoque de derecho, considerar al adulto mayor como sujeto activo que esté incluido en la sociedad”.

Por todo esto, es importante considerar que, en pocos años, Chile será “una población mayoritariamente madura”, por lo que “es necesario mejorar las políticas públicas para fortalecer y proteger los pilares importantes en la vida cotidiana de un adulto mayor, como son las pensiones y salud; pero también, como sociedad civil, jugamos un rol importante para promover y fortalecer en el ámbito local estrategias que mejoren la calidad de vida de los adultos mayores”, recalcó.

Actualmente, por restricciones sanitarias, no se están realizando ingresos de nuevos residentes.

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Hogar de Ancianos San José de Tomé: Obra social del Arzobispado de Concepción en beneficio de los adultos mayores vulnerables

El hogar de ancianos San José de Tomé, perteneciente a la Fundación Laudato Si’ del Arzobispado de Concepción, lleva 64 años al servicio y cuidado de los adultos mayores más vulnerables.

El Hogar San José de Tomé es una residencia sin fines de lucro fundada en noviembre de 1958, cuya principal motivación se fundamenta en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia. Esta entidad tiene como objetivo brindar acompañamiento y dignidad a adultos mayores en condición de vulnerabilidad. 

Por este motivo, este hogar atiende a personas mayores de 60 años de edad, que por motivos físicos, psicológicos o sociales, requieren de un ambiente protegido y de cuidados para la mantención de su salud y funcionalidad.

Además, mediante esta labor se pretende promover la justicia social, brindando cuidados, protección y estadía a quienes menos posibilidades tienen. Todo esto, en virtud de su cuidado integral, valorándolos como sujetos de derecho y respetando sus condiciones físicas, mentales y espirituales.

Al día de hoy, la institución lleva 64 años de funcionamiento y entregando un servicio completo en cuanto a cuidados, acogiendo como residentes a quienes por asuntos económicos no pueden cubrir el costo de otros establecimientos de este tipo. De esta forma, ha entregado la posibilidad a cientos de adultos mayores que no cuentan con ingresos suficientes y familia que pueda apoyarlos o encargarse de su bienestar.

Andrés González, Director del Hogar San José y trabajador social de profesión, reconoce que los residentes no cuentan con los medios posibles o requisitos para postular a otros lugares o casas de reposo, ya que “en su mayoría, son beneficiarios de la pensión garantizada universal y tampoco cuentan con una red familiar que pueda asumir sus cuidados en atención domiciliaria”.

Otra obra social de la Fundación Laudato Si’

En cuanto a lo económico, el hogar ha transitado “bajo la administración de congregaciones religiosas que por motivos de índole administrativo, técnico y económico, no pudieron seguir dirigiendo”, cuenta González. 

Dado lo anterior, con el propósito de evitar el cierre del Hogar San José, el encargado del recinto mencionó que “en el año 2017, el Arzobispo de la Santísima Concepción, Mons. Fernando Chomali, adquiere el compromiso de continuar con esta obra”, la que en un primer periodo fue asumida por la Fundación Novo Millennio vinculada a la Vicaría de Pastoral Social (VPS), hasta ser traspasada bajo el amparo de la Fundación Social Laudato Si’. 

Es así, como el Hogar de Ancianos San José de Tomé se convierte en una más de las tantas obras sociales que la Iglesia de Concepción, de la mano de Monseñor Chomali, ha impulsado en la región.

“Como obra social, nos vinculamos con el medio para generar asociaciones, que permiten mejorar la atención y cuidados a los residentes, desempeñando la misión con buenas prácticas, atención digna y cercana que busca el bienestar de los adultos mayores”, afirmó Andrés González.

Sin embargo, Valentina Vergara, asistente social de la Vicaría de Pastoral Social, mencionó que hoy en día siguen vinculados al Hogar San José, donde su labor principal “consiste en acompañar los procesos técnicos de la residencia, generar una red de colaboración con las otras residencias dependientes de parroquias y apoyar en la realización de gestiones de recursos (postulación a proyectos) cuando corresponda y sea necesario”.

De igual forma, agregó que la tarea de la VPS “favorece el acercamiento con las redes y voluntarios parroquiales que puedan fortalecer los aportes recepcionados. Es importante mencionar que las residencias de Adultos Mayores, están ligadas a las parroquias y/o congregaciones”, donde su principal motivación es lograr “fortalecer esta iniciativa, que pueda seguir entregando su servicio, con el mismo espíritu de servicio con el cual ha desarrollado su labor hasta el momento”.

Una gran labor y sus dificultades

La residencia de ancianos San José entrega “los cuidados y prestaciones que el adulto mayor requiere diariamente. Esto contempla su aseo y confort, alimentación, ropa, entrega farmacológica según prescripción médica, entre otras”, menciona el Director.

Para ello, los gastos que significa la estadía de los residentes son cubiertos, en menor medida, por las pensiones de los propios beneficiados, las que según el profesional “alcanzan a cubrir una mínima parte de lo que implica el costo por las prestaciones y cuidados que se otorgan en la residencia”. 

Por otra parte, los gastos restantes son cubiertos por campañas solidarias que realiza el propio centro de reposo, las cuales logran conseguir recursos para continuar con la labor. Además de contar con los ingresos o donaciones conseguidas por la Fundación Laudato Si’, mediante actividades que buscan generar un aporte constante a la implementación y financiamiento del recinto.

En ese contexto, el responsable de la residencia agregó que “constantemente el Hogar San José de Tomé se encuentra realizando campañas solidarias que, gracias al respaldo de agrupaciones y personas que conocen la labor ejecutada, han permitido dar continuidad a los servicios. Pronto se realizará una campaña que proyecta reunir socios colaboradores, además de otra para recaudar fondos”.

El impacto de la pandemia

Como en la mayor parte de la sociedad, la pandemia por COVID-19 afectó de manera notoria el funcionamiento y financiamiento del Hogar San José, que se vio obligado a destinar recursos para la compra de insumos médicos con el fin de lograr cumplir los protocolos de prevención establecidos por la autoridad sanitaria.

Así lo reconoce el Director, quién afirmó que debido a la crisis sanitaria, “se deben cumplir una serie de protocolos, para ejecutar las tareas habituales”. Además, añadió que “desde el punto de vista económico, se han incrementado los costos, se requieren insumos y productos que antes de la pandemia no se utilizaban con tanta frecuencia y que ahora, son de carácter obligatorio, como las mascarillas, desinfectantes, guantes, etc”.

De esta forma, se ha dificultado enormemente la labor del hogar, debido al gasto que significa cumplir con las normas sanitarias y el aumento de los precios de los recursos necesarios para el funcionamiento normal.

“Ha sido un tiempo complejo de administración para la residencia, en cuanto a la gestión y optimización de recursos. Se modificó todo el funcionamiento al interior del Hogar, se aplican estrictos protocolos emanados de la autoridad sanitaria, restricción de visitas, solo autorización de ingreso del personal que labora y equipos de salud”, declaró Andrés.

Igualmente, actividades de voluntariados que beneficiaban el ámbito administrativo, han sido imposibles  de realizar dado “el riesgo que ello implica, así también, visitas de organizaciones que acudían a compartir momentos de esparcimiento y actividades socio recreativas, que son de gran ayuda para el residente, fomentando su contacto interpersonal e integración social”, concluyó el profesional.

González mencionó que en nuestra sociedad es importante promover la concientización del adulto mayor y sus derechos, siendo “fundamental considerar la vejez como una etapa normal en el ciclo de vida, se deben modificar las creencias de que un adulto mayor es una persona pasiva (…) es primordial promover un enfoque de derecho, considerar al adulto mayor como sujeto activo que esté incluido en la sociedad”.

Por todo esto, es importante considerar que, en pocos años, Chile será “una población mayoritariamente madura”, por lo que “es necesario mejorar las políticas públicas para fortalecer y proteger los pilares importantes en la vida cotidiana de un adulto mayor, como son las pensiones y salud; pero también, como sociedad civil, jugamos un rol importante para promover y fortalecer en el ámbito local estrategias que mejoren la calidad de vida de los adultos mayores”, recalcó.

Actualmente, por restricciones sanitarias, no se están realizando ingresos de nuevos residentes.

Publicado el: 14 Julio, 2022
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