Con la participación de más de 50 personas, se realizó esta semana el primer encuentro de representantes de diócesis y de congregaciones religiosas convocado por el Consejo nacional para la prevención de abuso de menores de edad y acompañamiento a las víctimas, organismo de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh).
Fue Mons. Alejandro Goic, obispo de Rancagua, Vicepresidente de la CECh y Presidente de este Consejo, quien abrió esta jornada, tras una misa inaugural que él mismo presidió. En sus palabras iniciales, Mons. Goic invitó a reconocer con humildad y dolor las dramáticas situaciones que han afectado a la Iglesia y a la sociedad, y destacó que “nuestra preocupación primaria es proteger a las víctimas y a los inocentes”. El encuentro se realizó en el Centro salesiano de Espiritualidad, en Lo Cañas, y entre los participantes se contaron obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, laicas y laicos. En un clima de fraternidad y esperanza, la jornada tuvo momentos de espiritualidad y oración, instancias de diálogo grupal y exposiciones temáticas. Mons. Goic también subrayó la necesidad de la verdad y transparencia, a partir de un renovado compromiso por los más pobres y excluidos: “Sólo el testimonio de humilde servicio a los que están a las orillas de la sociedad y a todos los mal amados de este mundo puede hacer audible y creíble el anuncio del cual la Iglesia es portadora”, afirmó el pastor. Después de un trabajo grupal en que los asistentes intercambiaron sus percepciones e inquietudes acerca del abuso sexual de menores de edad, se realizaron diversas sesiones, conducidas por miembros del Consejo. En ellas se expusieron, entre otros temas, los elementos generales para comprender este fenómeno, la realidad de los agresores sexuales, los alcances del Protocolo ante denuncias contra clérigos, algunos criterios básicos para acoger y acompañar a las víctimas, y propuestas para el desarrollo de una institucionalidad mínima en diócesis y congregaciones religiosas. El centro de la reflexión apuntó a tomar conciencia de la real magnitud del abuso a menores de edad en la sociedad chilena y a discernir criterios y herramientas para prevenir este gravísimo flagelo, asumiendo la labor preventiva como una tarea que compete a todos en la Iglesia y en la sociedad. En la última sesión plenaria del encuentro, que contó con la presencia de Mons. Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile los participantes agradecieron y valoraron la labor que viene desarrollando el Consejo. Mons. Ezzati adhirió a estas expresiones de gratitud y subrayó la importancia que reviste para la Iglesia, desde el horizonte de su misión evangelizadora, trabajar por la prevención de los abusos contra niños y jóvenes, y asumir este desafío desde los principios cristianos de la verdad y la caridad. La jornada concluyó con una eucaristía que presidió el arzobispo de Santiago. Fuente: Prensa CECh