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Jóvenes de la Pastoral UCSC realizan Misiones de Verano en comunidades de Cabrero

Publicado el: 10 Enero, 2024

Con un corazón generoso y un gran entusiasmo, cerca de 30 jóvenes de la Pastoral de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) se encuentran misionando en las comunidades de Colicheu y El Progreso, pertenecientes a la comuna de Cabrero. 

La Jefa de Escuela de las Misiones de la Pastoral UCSC, Renata Gavilán, señaló que en las mañanas tienen formación, por lo que participan en diferentes charlas y luego realizan trabajos para la comunidad. “En este momento estamos haciendo un cerco para una placita (…), pero también si necesitan ayuda en cosas como cortar el pasto, mover materiales o acompañar a la gente, lo hacemos en la mañana. Después almorzamos y hacemos puerta a puerta”. 

En el mismo horario del puerta a puerta realizan talleres para niños y adultos tanto en Colicheu como en El Progreso y luego, a las 19:30 horas participan junto a las comunidades en la Santa Misa, que un día se celebra en una comunidad y al día siguiente en la otra. 

En su labor misionera son acompañados por el Director de Pastoral UCSC, Padre Víctor Álvarez; por el Coordinador de la Pastoral UCSC, Pedro Macaya; y por el Coordinador de Voluntariado y Misiones de la Pastoral UCSC, Francisco Burgos. También han recibido la visita del Administrador Diocesano de la Arquidiócesis de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez, quien además de acompañarlos a ver a algunas familias, presidió la Eucaristía la tarde del martes 9 de enero. 

Donar un tiempo de vacaciones

Para Renata Gavilán, quien ha participado en misiones desde que estaba en el colegio, significa “ver la religión desde otra forma, desde una mirada más adulta” y destacó la posibilidad de “compartir con personas de diferentes carreras, que ni siquiera son de la misma sede, porque algunos son de San Andrés, otros de Chillán y de Cañete. Es una experiencia muy bonita, porque podemos compartir no solamente con la comunidad, sino que entre nosotros mismos. Y ahora estamos todos de vacaciones, pero igual logramos hacer algo lindo dentro de nuestro tiempo y son 10 días que no todos estarían dispuestos a regalar para hacer este trabajo tan hermoso”

Asimismo, Belén Chávez, de 26 años, reconoció que “si bien perdemos un tiempo de vacaciones, si yo no lo hiciera me sentiría un poco vacía, sentiría que algo me falta. Y lo que me faltaría es esto: entregar un poco de mi tiempo para conocer gente nueva, para compartir más experiencias, para poder encontrar en el otro a Jesús y darme cuenta de que somos muchos en esto”.

Por su parte, Víctor Jaramillo, de 26 años, dijo que “participar en las misiones es algo que enriquece tanto el alma de las personas que venimos a visitar como a nosotros mismos”. En ese sentido, valoró la posibilidad de “conocer a personas nuevas, ya sean de la universidad como de la localidad que nos tocó. El año pasado estuvimos en El Progreso y el cariño quedó y constantemente vamos a verlos, porque igual está el vínculo. Y acá en Colicheu he encontrado a muchas personas buenas”, algunas que incluso, pese a no compartir la misma religión, les han abierto sus puertas y les han contado sus problemas. 

En tanto, Catalina Henríquez, de 25 años, afirmó que esta “es una forma de encontrarme con Dios y cada vez es distinta, es especial. Cada misión es diferente y la gente lo vuelve muy gratificante. La recepción de las personas ha sido espectacular, son muy cariñosos, nos acogen con los brazos abiertos, nos invitan a su casa, nos regalonean, nos dan pancito amasado, estamos demasiado regalones aquí”. 

Mientras que para Fernanda Palma, de 22 años, “participar en las misiones es encontrar a Dios en los demás. Te llena el corazón, te hace sentir una paz que no se siente en otro lugar y uno llega con el corazón lleno de experiencias, de alegría, de amor y de tranquilidad”. 

El Coordinador de Voluntariado y Misiones de la Pastoral UCSC, Francisco Burgos, señaló que desde sus tiempos de estudiante las misiones tienen un gran valor para él, “porque son una instancia donde uno palpa un poco esto de la fe, de vivir en comunidad, compartir y no sólo llevar a Jesús sino que también recibirlo. Tener esa experiencia”. 

Actualmente es lo que más le gusta de su trabajo, porque significa “acompañar a los chicos, algunos de ellos vienen por primera vez y están aprendiendo, para otros es su tercera o cuarta misión, y acompañar ese proceso desde un punto de vista más logístico, que todo funcione bien, venir a hacer la previa, tenerles el espacio propicio para que puedan desarrollar unas bonitas misiones, para mí siempre es una época muy especial”

A aquellos jóvenes que aún no se han sumado a participar en las misiones, Francisco Burgos les diría “que se atrevan” y espera que se motiven al ver los registros de lo que se está haciendo. “Siempre les decimos a los chiquillos que es un gran valor lo que hacen, porque finalmente donan una parte de sus vacaciones (…) así que que se atrevan a vivir esta experiencia, a vivir en comunidad, a vivir en esta comunidad interna que se va armando, porque el gran grupo de jóvenes de Pastoral que se junta en el año se forma aquí, es aquí donde se generan los lazos y esas ganas de estar juntos en la misma sintonía”, agregó. 

Asimismo, Fernanda Palma los anima a “vivir esta experiencia, porque es difícil encontrar algo así en otro lugar. Aquí se conoce gente, se crean amistades muy buenas y uno llega a un lugar donde es como tu casa. Es encontrar una familia fuera de tu casa”

“Una alegría para nuestra comunidad”

Julio Lobos, quien es Diácono Permanente de la Parroquia Santa Filomena de Cabrero y acompaña habitualmente a la comunidad de Colicheu, afirmó que “el trabajo de los misioneros es algo fundamental hoy día en la Iglesia, especialmente la juventud que nos trae el mensaje de Cristo, que nos trae un mensaje para cada uno de nosotros de amor y también de entrega y de generosidad, que ellos están realizando en este tiempo de verano visitando a las diferentes comunidades que necesitan la ayuda y la Palabra de Dios”.

Respecto a la recepción de la comunidad, indicó que “ha sido buena, porque la gente está un poquito triste por el proceso de pandemia que estuvimos viviendo, pero hoy día la Iglesia va en salida, como nos dice el Papa Francisco, y han vuelto a sus comunidades a anunciar la Buena Noticia”. 

Por su parte, Fresia Molinés, quien es Animadora de la comunidad San Luis Gonzaga de Colicheu, manifestó que “es hermoso tener a los misioneros aquí y espero en el Señor y la Virgen que esto siga pasando cada año. Obviamente para todos debería ser una bendición de Dios y ojalá ellos sigan participando para motivarnos, activarnos y despertar a las comunidades que se encuentran dormidas (…) Así que yo encuentro que ésta es una muy bonita y buena instancia para que nos activemos como Iglesia, como creyentes, como personas hijas de Dios, para seguir adelante en esta fe que tenemos”. 

En tanto, María Angélica Álvarez comentó que “es un gran aporte para la comunidad, porque nos sirve para desahogarnos y conversar con ellos. Ojalá sigan haciendo estas misiones todos los años, el mayor tiempo posible, porque visitan a cada persona, entonces para poder tener más comunicación con ellos y uno poder acercarse más a Dios”. Asimismo, Francisco Cares señaló que la presencia de los misioneros “me parece muy bien, ayuda harto a la comunidad y a acercarse a Dios”. 

Para Sonia Pérez “ha sido una alegría, porque el año pasado compartimos, así que ha sido muy lindo para nosotros. Dios quiera que los jóvenes sigan misionando para reforzar la fe, porque eso es lo que falta en Colicheu y en todas partes. Son muy lindas las actividades que han realizado, así que estamos agradecidos”. 

Mientras que María Martínez expresó que “es una alegría para nuestra comunidad, que estaba un poco decaída,  entonces tener misioneros que entreguen el mensaje de Dios en las casas ha sido algo bonito, que nos ha llenado de alegría a todos, porque nos hace volver a los tiempos de antes en que teníamos mucha concurrencia de hermanos. Creo que ha sido una linda jornada y ojalá Dios quiera que el próximo año nos consideren”. 

Los misioneros de la Pastoral UCSC llegaron el jueves 4 de enero y estarán hasta el domingo 14 del mismo mes acompañando a las comunidades de Colicheu y El Progreso. 

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