Entre el 6 y el 9 de abril, un grupo de misioneros de la Vicaría de Arauco llegó hasta Isla Mocha para compartir con la comunidad y especialmente con los niños la alegría de la Resurrección de Jesús.
En esta localidad se encuentra la Capilla María Auxiliadora, que forma parte de la Parroquia Santa Rosa de Lima de Lebu, cuyos misioneros han visitado a la comunidad desde 2018 y han colaborado en la reparación del campanario y las puertas de la capilla.
Gabriela Cuevas, una de las misioneras, relató que se ha generado un vínculo con la comunidad católica que aún persevera en la localidad, por lo que “en cada viaje realizamos visitas a las familias mochanas, quienes siempre nos reciben con los brazos abiertos. Junto a esto se desarrollan actividades con los niños y niñas de la isla y compartimos con ellos la importancia del buen amigo Jesús. Sin embargo, lo anterior se vió truncado por la pandemia desde el año 2020”.
Fue así que en enero de este año pudieron retornar a Isla Mocha y compartir con los niños. En esa oportunidad, a través del juego, les enseñaron la oración del Padre Nuestro y visitaron la gruta de la Virgen que se encuentra en la entrada de la Reserva Nacional.
Durante las visitas a las familias, los misioneros se dieron cuenta de que había una gran cantidad de animales domésticos y que no contaban con servicios veterinarios, “lo que se traduce en una alta tasa de reproducción afectando la fauna indómita de la reserva y la salud de las personas”.
Por este motivo, “para Semana Santa quisimos ofrecer un servicio gratuito enfocado en esa necesidad, compartiendo este tiempo donde celebramos la entrega de Jesús, poniéndonos al servicio de la gente, pues como dice el Papa Francisco: “El verdadero poder es el servicio. Como lo hizo Él, que no vino para ser servido, sino para servir, y su servicio ha sido el servicio de la Cruz””.
De esta forma, pusieron a disposición de la comunidad servicios veterinarios gratuitos, los que posibilitaron realizar 30 cirugías de esterilización, “ayudando así a las familias, a los animales y a la conservación de especies que habitan en la Reserva Nacional Isla Mocha”.
Gabriela destacó que a través de este servicio, “que hace fructificar nuestros talentos y da sentido a la vida, quisimos transmitir el amor infinito de Jesús, así como el compromiso por el cuidado de la casa común, pues como nos señala el Papa “todo está conectado. Por eso se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y un constante compromiso ante los problemas de la sociedad””.
Durante la visita “igualmente pudimos compartir con los niños la alegría de la buena noticia de la Resurrección de Jesús”, enfatizó.
Karina Cuevas, quien vive en Isla Mocha, manifestó que “es un agrado cuando ellos vienen, compartir con ellos la Palabra de Dios” y agradeció “todo lo que hacen por Isla Mocha, desde que vinieron prestaron un buen servicio como misioneros y como personas”.
Es necesario mencionar que debido a los problemas de conectividad, los misioneros deben caminar más de una hora de ida y más de una hora de vuelta para poder llegar hasta las familias.
Gabriela Cuevas expresó sus agradecimientos a la Vicaría Pastoral para el Servicio de la Niñez y a la Vicaría de Arauco “por la tremenda ayuda en la gestión”, y también a las “instituciones que colaboraron en la realización de este servicio: Carabineros Retén Isla Mocha, ONG Oikonos Ecosystem Knowledge, y por supuesto la voluntad de la médico veterinario, quien puso sus talentos y conocimientos al servicio de la misión”.
Con el paso del tiempo la capilla de Isla Mocha se ha deteriorado, por lo que prontamente iniciarán una campaña para su reparación.
