“Habéis elegido ser monaguillos, y quiero agradeceros de corazón los esfuerzos, y a veces las renuncias, que aceptáis para dedicaros a este compromiso como monaguillos, mientras muchos de vuestros otros amigos prefieren dormir los domingos por la mañana, o hacer deporte…No te puedes imaginar hasta qué punto puedes ser un modelo, un punto de referencia para tantos jóvenes de tu edad. Y puedes estar realmente orgulloso de lo que haces. No te avergüences de servir en el Altar, aunque estés solo, aunque estés creciendo. Es un honor servir a Jesús cuando da su vida por nosotros en la Eucaristía”. Con esas palabras se dirigió el Papa Francisco a un grupo de más de dos mil monaguillos que peregrinaron a Roma en 2022 y es también un mensaje alentador para los más de 70 Servidores del Altar presentes en las diversas parroquias y comunidades de la Arquidiócesis de Concepción, que domingo a domingo asisten a los sacerdotes y diáconos durante la celebración de la Santa Misa.
Su patrono y modelo es San Tarsicio, un joven que prefirió morir antes de permitir que profanaran la Eucaristía. Danilo Silva, Coordinador Arquidiocesano de los Servidores del Altar, cuenta que anualmente recorren las calles de Yumbel con la imagen de este mártir hasta el Santuario de San Sebastián, donde en agosto de 2022 los niños participaron en la adoración del Santísimo Sacramentos y luego en la Eucaristía.
Los Servidores del Altar pueden ser niños o niñas, y el único requisito es que tengan el deseo de “servir con amor y respeto a Dios. Él se encarga del resto mostrándonos el camino, perfeccionando nuestra vida, iluminando nuestro camino y enseñándonos cada día cómo vivir para alcanzar la santidad”, explicó Danilo Silva.
Respecto a la formación de los niños afirmó que “en cada comunidad, colegio o parroquia existe un encargado o coordinador de acólitos que motiva y enseña la labor de un servidor del Altar”.
En ese contexto, señaló que “a nivel arquidiocesano se realizan dos encuentros anuales, en donde los servidores se reúnen para aprender a través de charlas y juegos de grupo aún más acerca de su valiosa labor, además de compartir distintas realidades con sus pares de otras parroquias y comunidades”.
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