El domingo 28 de agosto, el Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez, presidió la Eucaristía de la Solemnidad de San Agustín, en que se celebran los 95 años de aniversario de la fundación de la Parroquia, y entregó el sacramento de la Confirmación a tres personas.
Durante su homilía, Monseñor Bernado afirmó que San Agustín, en su búsqueda interior de la verdad, se dejó encantar por el Evangelio. Y frente a la predicación de San Ambrosio de Milán pudo iniciar el camino que le permitió recibir la gracia y el don de la fe y los sacramentos.
“En ese espíritu de búsqueda es que acogemos a estos tres hermanos, que hoy día desean recibir el sacramento de la Confirmación, que justamente nos otorga la plenitud de nuestra vida cristiana, la plenitud del don del Espíritu Santo. Espíritu Santo que movió el corazón de San Agustín y que hoy día, especialmente a ustedes, también les anima a entrar en las profundidades de la Palabra de Dios, de la doctrina de nuestra fe y sobre todo en la expresión del amor, que tanto y tan profundamente vivió San Agustín y su familia agustiniana”, destacó.
En ese contexto, añadió que “celebrar hoy estos 95 años de vida haciendo memoria de San Agustín y su carisma, y además teniendo el gozo de poder entregar los sacramentos, nos permite a todos nosotros junto a nuestros hermanos, renovar la vida de fe y particularmente renovar la vida en el Espíritu”.
Monseñor Bernardo recalcó que “San Agustín nos enseña que la vida cristiana es un proceso, un itinerario de vida que no se acaba nunca” y precisó que recibir el sacramento de la Confirmación “sobre todo es un comenzar”. Por lo que invitó a alegrarse por recibir este sacramento, pero también inquietarse santamente por seguir profundizando y “ser por sobre todo testimonio de la vida y de vida en abundancia”.
En ese sentido, recordó que hoy “frente a tantas sombras de muerte y cultura de muerte, los cristianos estamos llamados a ser signos visibles de cultura de vida y especialmente -mirando a San Agustín- de sentido de vida. O sea, un cristiano inmerso en el mundo es alguien que está pleno y lleno de sentido de vida y eso es lo que hoy día especialmente reciben a través del don del sacramento de la Confirmación”.
Al terminar la celebración eucarística, el Párroco de San Agustín, Padre Sixtus Uwague, agradeció el trabajo de la comunidad y llamó a mantener el espíritu de unidad, verdad y caridad, que es parte del carisma de la vida agustiniana.
Además, invitó a pedir al Señor la gracia para poder continuar viviendo la espiritualidad de San Agustín, “la espiritualidad de comunidad para que este fuego de Dios pueda encender a unos y otros, que necesitan conocer la verdad en el mundo”.
“Gracias por venir, gracias por estar siempre con nosotros, gracias por ser agustinos, miembros de esta familia”, puntualizó.
