En el inicio de la Semana Santa, centenares de personas se reunieron en torno al quiosco de la plaza Independencia de Concepción para recibir la bendición de los ramos, que impartió el Arzobispo de la Ssma. Concepción. Luego, se realizó una breve procesión hasta el templo catedral para participar en la celebración de la Eucaristía.
Una Catedral colmada de feligrese celebró Domingo de Ramos junto a su pastor, Monseñor Chomali. Al principio de su homilía reflexionó en torno a cómo está nuestra sociedad “si miramos nuestro país nos damos cuenta que está todo en estratos, hay barrios, hospitales, colegios para ricos, clase media y pobres, todo está tremendamente estratificado. Y yo pensaba qué tiene la Iglesia, qué tiene Semana Santa que es capaz d reunir a la personas de todas las condiciones sociales, personas doctas ignorantes, grandes y chicos, hombres y mujeres (…) La razón es una sola, Dios en Jesucristo nos habla a todos, Dios quiere que todos los hombres conozcan su misterio de amor y se salven”.
Agregó que al “todavía está viva la pasión del Señor, porque aún lo seguimos traicionando con nuestras actitudes, con nuestra propia vida, pero lo interesante es que esa no es la última palabra, sino que es el amor de Dios que nos abre a una vida nueva, a una vida de resucitado, el amor de Dios que es más fuerte que el pecado”.
Nuestro Arzobispo pidió vivir esta Semana Santa con mucha profundidad “porque Jesucristo nos amo hasta el extremo y se entregó por cada uno de nosotros (…) Todos nosotros podemos decir con toda propiedad y al igual que San Pablo –me amó y se entregó por mí-. Un amor que no defrauda, un amor que nos da nuevas luces para comprender nuestra vida, un amor que nos renueva en nuestro compromiso cristiano, un amor que nos renueva en nuestra vocación”.
Enfatizó en su llamado a no caer en la tentación del pesimismo frente a lo que viene, poniendo mucha atención en lo signos que en la catedral se vivirán con mucha intensidad en esta Semana Santa, sobre todo en el lavatorio de pies que nos llama a colocarnos al servicio de nuestro prójimo.