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Monseñor Oscar García predicó Retiro de Sábado Santo en Parroquia San José de Curanilahue

Publicado el: 30 Marzo, 2024

El Vicario Episcopal de Arauco y Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Oscar García, predicó el retiro “Mirando al Maestro aprendamos de Él a orar, en las alegrías y en las tristezas”, la mañana de este Sábado Santo en la Parroquia San José de Curanilahue

En la instancia participaron 26 personas, quienes tuvieron la oportunidad de reflexionar y hacer oración personal, guiadas por Monseñor Oscar, quien abordó la invitación realizada por el Papa Francisco a vivir el Año de la Oración y también se refirió a las Orientaciones Pastorales de la Conferencia Episcopal, relacionándolas con uno de los Énfasis Pastorales de la Arquidiócesis de Concepción, que es ser una Iglesia orante, que busca la centralidad de la persona de Jesucristo como fundamento de su misión y que cultiva en sus comunidades el deseo de estar en la presencia del Señor, escuchar su Palabra y adorarlo. 

Luego de señalar “que es difícil hablar de la vida de oración del creyente sin examinar la vida de oración de Jesús durante su ministerio terrenal”, hizo alusión al Evangelio de San Lucas 11,1, donde los discípulos le piden que les enseñe a orar. En ese sentido, expresó que “Jesús rezaba como todo hombre, pero en su manera de rezar también había un misterio encerrado, algo que seguramente habían captado los ojos de los discípulos que le piden que les enseñe a rezar”. 

Después habló acerca de “qué es la oración, cómo debemos estar frente al Señor: en la humildad, sencillez, la apertura de corazón, apertura de brazos también”. Y, posteriormente, los invitó a mirar la vida de Jesús, a la luz de diferentes textos tomados de los Evangelios, donde se muestra que Él oraba frecuentemente, su actitud al orar, su oración, cómo rezaba por nosotros y también “nuestra oración o formas de rezar”. 

Además, abordó la oración de Jesús en el Getsemaní, “sobre todo en la búsqueda de hacer la voluntad del Padre, el abandono total, la confianza completa en la manos de Dios, pero sobre todo resaltando la dimensión de los discípulos, cuando Jesús les dice que oren y velen para que no caigan en tentación, pues el espíritu está pronto pero la carne es débil. Justamente cuando más nos acercamos a Dios, la tentación, el demonio o el mal también está ahí”. 

Finalmente, se refirió “a la figura de María Santísima como, al igual que Jesús, maestra de oración”: “Terminamos mirando muy de cerca a María. Ella en el silencio ora, ofrece y se convierte también en puente y en aquella que intercede por nosotros”.

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