A las 12:00 horas de este domingo 25 de junio, el Padre José Sandoval OFM Cap. tomó posesión como Párroco de la Parroquia San Miguel de Hualpén. Mientras que el Padre Eulalio Cabodevilla OFM Cap. asumió como Vicario Parroquial. La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali.
Recordemos que el Padre José Sandoval actualmente también es Párroco de Jesús de Nazareth de Hualpén, parroquia de la que tomó posesión el 3 de junio de 2018.
En su homilía, Monseñor Chomali afirmó que “todos los que estamos aquí estamos agradecidos de la Iglesia, estamos agradecidos de la Parroquia San Miguel y de la Parroquia Jesús de Nazareth”.
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“Cuántos de ustedes fueron bautizados aquí, bautizaron a sus hijos. Cuántos de aquí se confirmaron, se casaron, se arrodillaron delante del Santísimo, delante de la Virgen María para pedir por un hijo enfermo, por un marido sin trabajo, por un problema. Cuántos de ustedes trajeron a sus padres o hermanos difuntos y encontraron consuelo, encontraron la Palabra de Dios. Esta zona sin la Iglesia, sin esta parroquia, sin las comunidades sería otra comuna, sería distinta”, enfatizó.
En ese contexto, sostuvo que “por eso estamos aquí, para dar gracias a Dios porque nos regala a una comunidad, la comunidad Capuchina, que en nombre de la Iglesia viene a servir a esta comunidad”.
El Arzobispo de Concepción pidió al Señor “que seamos fuente de unidad, fuente de paz, fuente de amor. Y solamente lo podremos ser en la medida en que estemos unidos a la fuente de todas las fuentes, que es Jesucristo, nuestro Señor”.
Haciendo alusión al Evangelio según San Mateo 10, 26-33, señaló que “nos invita a ser valientes. Llegó la hora de la valentía, porque no tenemos que temer a los hombres, tenemos que temer a Dios. Y Dios quiere que nosotros hagamos un esfuerzo grande por hacer su voluntad. Y la voluntad de Dios para con nosotros no es otra cosa que cumplir los mandamientos y sobre todo el mandamiento del amor: Amar al prójimo como a uno mismo, en virtud de que amamos a Dios. Nosotros amamos a Dios si amamos al prójimo, porque creemos que Jesús está presente en medio de nosotros en la Eucaristía, pero también está presente en aquel que día a día, de manera silenciosa, va a buscar un plato de comida al comedor, que se le entrega con mucho cariño”.
“Y nos pide también que le hagamos a los demás lo que queremos que nos hagan a nosotros y que no le hagamos a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros (…) Es tan simple como eso”, recalcó.
Además, enfatizó que Dios nos conoce y exhortó a que “no nos avergoncemos de ser católicos, en nuestro trabajo, en nuestra vida cotidiana, sino que demostremos que es la fe en Él lo que nos da una absoluta vida”.
“Estimados Padres, Hermanos, les deseo lo mejor a ustedes como responsables de esta comunidad. Y lo mejor que les puedo desear a ustedes es que entiendan el tiempo cultural, político, que estamos viviendo en el mundo. Estamos cerca de una tercera guerra mundial, lo sabemos. En Chile las cosas no están tan pacíficas como quisiéramos y eso nos genera angustia a todos (…) Les pido que estén, que tengan las puertas abiertas para escuchar, para acompañar a creyentes y a no creyentes, porque esta angustia nos atraviesa a todos. Les pido también, de todo corazón, que tengan una especial predilección por los más pobres (…) Esa es la Iglesia de Jesucristo, que no la podemos olvidar, y estoy seguro de que ustedes lo harán muy bien, gracias por su generosidad”, destacó.
El Padre José Sandoval, quien es sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, afirmó “hay una responsabilidad mayor, pero ciertamente que no es solamente mía, sino que es una fraternidad de hermanos, que estamos acompañando la vida tanto de la Parroquia Jesús de Nazareth como San Miguel, y junto con ellos toda la comunidad”.
“Así que siento que la presencia de Dios va a ir acompañando la vida de estas comunidades, que ya desde hace tiempo que estamos con Jesús de Nazareth y ahora este último tiempo también con San Miguel. Así que, con mucha esperanza, con mucha sencillez y con mucho deseo de seguir aportando a que el Reino de Dios sea conocido por los hermanos y acompañado por la Fraternidad Capuchina, que está haciendo este camino en esta nueva modalidad que ahora son las fraternidades y son las parroquias que están unidas. Queremos seguir favoreciendo la vida cristiana de ambas parroquias, así que es un gran desafío, pero Dios va a ayudarnos en esta misión y esta tarea”, enfatizó.
Mientras que el Padre Eulalio Cabodevilla, quien asume como Vicario Parroquial y también forma parte de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, relató que estaba de Párroco en Los Ángeles y le dijo al Provincial que “no quería seguir siendo más Párroco en ninguna parte, que yo estoy para estar en la segunda o tercera línea, pero no en la primera. Me dijo que sí, así que yo sabía que tenía que dejar Los Ángeles, porque no va a quedarse el Párroco que termina junto con el que va a comenzar. Y me destinaron aquí”.
“Esto me hace muy feliz, esta es como mi casa, porque he estado dos veces antes. Entre esas dos veces han sido 13 años aquí, atendiendo a las comunidades de Hualpén y por eso estoy contento. Tengo muchos años, voy a cumplir 78, y la idea es que yo preste ayuda y, de alguna manera, mi servicio aquí sea apoyar a José, pero también a la comunidad capuchina, que queremos como comunidad atender a estas dos parroquias”, expresó.
El Padre José, que fue ordenado sacerdote en Villarrica, ha servido en la Parroquia de Boroa cerca de Imperial, luego en Valdivia, después en Padre Las Casas y Longaví. Posteriormente estuvo de misión en Amazonía y al volver estuvo en Los Ángeles y finalmente en Hualpén, en la Parroquia Jesús de Nazareth y ahora también en la Parroquia San Miguel.
En tanto, el Padre Eulalio lleva 50 años en Chile y ha servido en Constitución, luego en Santiago, después en San José de la Mariquina. Posteriormente, estuvo en Hualpén, en Los Ángeles, en Padre Las Casas, nuevamente en Santiago, después en Osorno, en la Parroquia San José de Concepción y Jesús de Nazareth de Hualpén. Luego, volvió a Los Ángeles y actualmente está otra vez en Hualpén, pero ahora en Jesús de Nazareth y San Miguel.
De acuerdo al Decreto firmado el 13 de mayo de 1965, la Parroquia San Miguel Arcángel fue creada debido a que en esos años se edificó una población “dentro del radio parroquial de Todos los Santos de Talcahuano, bastante extensa y alejada de la sede parroquial”, con una gran cantidad de habitantes, por lo que se hacía necesaria “una atención espiritual permanente” para los fieles.
Fue así que se determinó crear esta nueva parroquia en el sector, “designándose como titular al glorioso Arcángel San Miguel”, quedando a cargo de la Sociedad de los Padres de Maryknoll. Actualmente la parroquia es atendida pastoralmente por el clero de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos.
Si bien en este momento la Parroquia San Miguel Arcángel no cuenta con un Coordinador Parroquial, Marcela Aravena, quien es Encargada de los Acólitos y de la Pastoral Social, habló a nombre de la comunidad, señalando que reciben el nombramiento del Padre José como Párroco “con mucha alegría”.
Además, manifestó que se sienten privilegiados, “ya que hay comunidades que no tienen sacerdote, así que tener uno acá es una bendición. Así que como comunidad estamos muy contentos y emocionados”.
