A las 18:00 horas comenzó la celebración eucarística en la que Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción, entregó las llaves de la parroquia San Agustín al padre Sixtus Eboseremhen Uwague o.s.a. en compañía de algunos fieles de la comunidad, acorde al aforo.

“Lo primero que quiero hacer es enviar un saludo a Nigeria. Porque en este minuto, toda la familia de Sixtus, su papá, su mamá y sus cuatro hermanos están siguiendo esta misa”, fue el comienzo de la homilía de Monseñor Fernando Chomali, y agregó “quisiera darle gracias a Dios porque fueron ustedes los que le transmitieron la fe a su hijo pero que llegar a encontrar al Señor en la orden San Agustín y se consagrara como misionero en Chile y en nuestra Arquidiócesis”.

Al concluir la Eucaristía, el Padre Sixtus agradeció a Dios, en primer lugar, y también dio las gracias al Arzobispo de Concepción, por su cuidado paternal. Explicó la importancia del Padre Victorino Martínez, expárroco, que se encuentra en estado crítico de salud. “Victorino fue mi inspiración, viví con él tres años, me ayudó a desarrollar mi confianza incluso con mis limitaciones”, agradeció el párroco de la parroquia San Agustín.

A las 18:00 horas comenzó la celebración eucarística en la que Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción, entregó las llaves de la parroquia San Agustín al padre Sixtus Eboseremhen Uwague o.s.a. en compañía de algunos fieles de la comunidad, acorde al aforo.

“Lo primero que quiero hacer es enviar un saludo a Nigeria. Porque en este minuto, toda la familia de Sixtus, su papá, su mamá y sus cuatro hermanos están siguiendo esta misa”, fue el comienzo de la homilía de Monseñor Fernando Chomali, y agregó “quisiera darle gracias a Dios porque fueron ustedes los que le transmitieron la fe a su hijo pero que llegar a encontrar al Señor en la orden San Agustín y se consagrara como misionero en Chile y en nuestra Arquidiócesis”.

Al concluir la Eucaristía, el Padre Sixtus agradeció a Dios, en primer lugar, y también dio las gracias al Arzobispo de Concepción, por su cuidado paternal. Explicó la importancia del Padre Victorino Martínez, expárroco, que se encuentra en estado crítico de salud. “Victorino fue mi inspiración, viví con él tres años, me ayudó a desarrollar mi confianza incluso con mis limitaciones”, agradeció el párroco de la parroquia San Agustín.