Parroquia San Miguel de Hualpén celebró su fiesta patronal

Publicado el: 30 Septiembre, 2022

La comunidad de la Parroquia San Miguel de Hualpén celebró la tarde de este jueves 29 de septiembre su fiesta patronal, con una Eucaristía presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, junto al Párroco, Padre Carlos Huenupi, y el Vicario Parroquial, Padre José Sandoval

En su homilía, Monseñor Chomali agradeció la invitación de la comunidad capuchina y se preguntó “qué sería de Hualpén y qué sería de este barrio sin la Parroquia San Miguel (…), qué sería sin el comedor que día a día da tantos almuerzos sin preguntarles quiénes son, lo que hacen y lo que creen”. 

En ese sentido, destacó que se trata de una comunidad viva y que esto sólo “es posible, porque Dios está aquí”. 

Además, el Arzobispo de Concepción se refirió a los ángeles y explicó que cuando un ángel peca “lo hace absolutamente y se convierte en el mal”. Mientras que el hombre, que es corporal y espiritual, “vive ese conflicto, por eso que San Pablo decía ‘no hago el bien que quiero hacer y hago el mal que no quiero hacer’. Justamente ese es el conflicto que nosotros vivimos y que solucionamos no con nuestras fuerzas, sino que lo solucionamos en virtud de la gracia de Dios, que nos ama, que nos quiere, que nos perdona 70 veces siete y que nos dice que no estamos solos, que estamos acompañados”.

“El Ángel de la Guarda es una compañía, que nos ayuda, que nos consuela, que nos hace sentirnos seguros en nuestra vida”, enfatizó. 

Monseñor Chomali llamó a los católicos a ser fuente de esperanza en medio de la maldad y la violencia, porque “creemos en un Chile que tiene un alma cristiana, que cree en un futuro mejor”. 

En ese contexto, señaló que “tal vez si hay algo que pudiésemos pedirle a los Ángeles Custodios y a San Miguel especialmente es que nos manden vocaciones sacerdotales, vocaciones religiosas, vocaciones diaconales, vocaciones matrimoniales, que las necesitamos, porque son signo del amor de Dios”.

Asimismo, agradeció al Señor por esta parroquia, por quienes aquí se preocupan de animarla, por los catequistas, porque aquí se hace mucho bien. Un bien que se irradia de manera silenciosa, pero de manera real”.

Finalmente le pidió a la comunidad que cuiden a los sacerdotes y diáconos, y “que nos cuidemos mutuamente, que nos queramos como hermanos, porque antes de ser obispo, sacerdote, alcalde, carabinero, somos hermanos, donde tenemos que tener relaciones humanas de mayor fraternidad. Nosotros podemos hacer un cambio en la medida que irradiemos la amabilidad, el buen trato, el cuidado. No podemos andar desconfiando de medio mundo, tenemos que cambiar eso y creo que, sin lugar a dudas, eso también se va a irradiar en toda la comunidad, en nuestras familias y en la vida cotidiana”. 

Tras finalizar la Eucaristía, la Parroquia Jesús de Nazareth regaló una hermosa torta a la comunidad de la Parroquia San Miguel.

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