La Pastoral de la Esperanza, que forma parte del Área Eclesial de la Arquidiócesis de Concepción, ha realizado una importante labor de acompañamiento en diversas parroquias y comunidades durante este 2023.
Esta pastoral, cuyos coordinadores son Mario Divizzio y Pilar Saavedra, está presente en la Parroquia Inmaculada Concepción de Santa Juana y en las parroquias que forman parte de la Vicaría de Arauco, “donde los párrocos han solicitado acompañamiento en el duelo y el dolor para algunas familias”. Así lo explicó Bárbara Muñoz, Coordinadora del Área Eclesial, quien agregó que también se han formado monitores en algunas comunidades.
“Lo bonito de esta pastoral es que los monitores que hacen este acompañamiento son personas que han vivido en carne propia el dolor, lo que hace esta pastoral más cercana, porque se trata de personas que logran tener empatía en el momento de la escucha”, destacó.
Bárbara Muñoz afirmó que “este trabajo también se ha hecho en conjunto con psicólogos” y relató que “nuestra primera intervención fue en la Parroquia de Santa Juana, donde se realizó un trabajo en conjunto entre las Áreas y la Vicaría de Pastoral Social” frente a lo vivido en los incendios que afectaron a la comuna.
En ese contexto, detalló que se realizaron jornadas de escucha para poder tener claridad acerca de qué era lo que necesitaban las personas de la comunidad, y así pudieron determinar quiénes necesitaban ayuda psicológica y quienes necesitaban acompañamiento.
“También se pensó en un acompañamiento más cercano hacia la comunidad parroquial y un trabajo más cercano con el párroco, para lo cual se presentó un proyecto al Arzobispado, en que se solicitó tener un psicólogo y un asistente social, que pudiesen estar a tiempo completo en la parroquia por seis meses, para realizar este acompañamiento. Y eso es algo que hoy se está realizando”, añadió.
Sumado a lo anterior, la Pastoral de la Esperanza “continúa formando monitores, tanto en Santa Juana como en otros lugares de la Arquidiócesis”, pero su deseo es que esto llegue a más parroquias.
“El próximo año queremos seguir motivando a los párrocos a que si hay una necesidad en su parroquia de personas que por diferentes motivos estén pasando por una situación de dolor -que no necesariamente tiene que ser duelo, sino que dolor en cualquier sentido que pueda existir- puedan acercarse a la coordinación del Área Eclesial para que nosotros podamos generar el contacto con los coordinadores de la Pastoral de la Esperanza y que más parroquias puedan contar con este servicio”.
En ese sentido, la Coordinadora del Área Eclesial y de Agentes Evangelizadores fue enfática en señalar que “es importante que los párrocos sepan que existe este acompañamiento y que es realizado por personas que realmente tienen la preparación necesaria”. Y reiteró la invitación a que “permitan que la Pastoral de la Esperanza pueda formar a personas en sus parroquias para que realicen este acompañamiento”.
