Reliquias de Santa Mariam visitaron Concepción

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Publicado el: 29 mayo, 2019

Un mes peregrinarán en Chile las reliquias de Santa Mariam de Jesús Crucificado, religiosa de Carmelitas Descalzas, que fue canonizada el 17 de mayo de 2015, por el Papa Francisco. Reliquias de su cuerpo visitan parroquias y monasterios. El lema de la visita se toma de sus escritos: ¡vamos, despertemos al universo!

Sus reliquias llegaron a nuestro país el 21 de mayo y peregrinarán hasta al 20 de junio de este año. La peregrinación comenzó en la Región de Magallanes y el 20 de junio terminará en la Región de O´Higgins, tras recorrer 48 lugares de 12 regiones de Chile.

A Concepción, las reliquias llegaron el domingo 27 de mayo, al Monasterio de las carmelitas, en el camino a Santa Juana, Km. 6 y este martes 28 de mayo, permanecieron en el Colegio Chileno árabe de Chiguayante, donde se celebró una Misa presidida por monseñor Fernando Chomali, celebración a la que fue invitada la comunidad del Seminario Metropolitano.

Mariam nació el 5 de enero de 1846, en Ibillin, una aldea de Galilea entre Nazaret y Haifa. El año 1858,  a los doce años,  viviendo en Alejandría. Allí, se entera que un tío quiere casarla, pero ella lo rechaza. Ni el maltrato, ni las amenazas la hacen cambiar. Tres meses después visita a un antiguo sirviente de la casa de su tío la exhorta a dejar el cristianismo, lo cual Mariam rechaza y el hombre encolerizado, saca su cimitarra (sable) y le corta el cuello y abandona su cuerpo en una calle oscura (8 de septiembre de 1858). Mariam salvó  milagrosamente y se despertó en una gruta, junto a ella, una mujer que parecía ser una religiosa, quien la cuidó e instruyó. Ya recuperada, Miriam trabaja de sirvienta en  Alejandría, Jerusalén, Beirut y Marsella.

En Marsella, conoció a las Hermanas de San José de la Aparición. Mariam tiene 19 años, pero parece de doce o trece. Habla muy mal el francés y su salud está muy deteriorada. Igual es admitida como Postulante. Es tan honda esta experiencia espiritual, que recibe los estigmas de Jesús Crucificado, pero Mariam piensa que está enferma, sino que comienzan a manifestarse una suerte de gracias extraordinarias. En ese tiempo, una hermana de la Congregación de las Hijas de San José, Madre Verónica, ha pedido entrar en el Carmelo. Mientras espera para su ingreso, conoce a Mariam. En el año 1867, Mariam es recibida con alegría en el Carmelo de Pau.  Tomó el hábito y recibió el nombre de hermana María de Jesús Crucificado.

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