Los sacerdotes de la Arquidiócesis de Concepción celebraron el aniversario del Seminario Metropolitano junto al Arzobispo, Monseñor Fernando Chomali, y los Obispos Auxiliares, Monseñor Oscar García y Monseñor Bernardo Álvarez, este miércoles 21 de junio, Fiesta de San Luis Gonzaga.
En esta oportunidad el Padre Heriberto Cabrera Sdb, Secretario Adjunto para la Pastoral de la CECh, expuso el tema “Identidad sacerdotal y conversión pastoral”, con el fin de “reflexionar respecto a lo que significa ser sacerdotes en tiempos de sinodalidad y de crisis. Una invitación a mirar este momento como una oportunidad para que la gloria de Dios se siga manifestando”.
En ese contexto, señaló que “delante de un cierto desencanto y tristeza que se percibe en algunos contextos pastorales, creemos que Dios aún tiene mucho que decir a su Iglesia. Un diagnóstico no es un pronóstico. Dios no ha dicho su última palabra sobre nosotros”.
El Padre Heriberto valoró que “la recepción fue muy buena, alta participación e interés. Además de buen humor y la fraternidad de un clero que trata de dar lo mejor de ellos mismos”.
Al respecto, el Obispo Auxiliar y Rector del Seminario, Monseñor Bernardo Álvarez, comentó que “hemos reflexionado sobre la última encuesta a los presbíteros de Chile y la identidad del presbítero en el contexto que nos corresponde vivir hoy. Agradecemos al Padre Heriberto por la profunda reflexión sobre el ministerio y los diferentes desafíos que surgen desde la encuesta”.
“Reconocemos el don de Dios que significa nuestra vocación sacerdotal y que tiene plena vigencia en el mundo actual. Queremos participar de un ministerio más misionero, en la línea del Concilio Vaticano II, profundizar con más dedicación en la fraternidad sacerdotal, sirviendo en las comunidades, pero siendo conscientes de la necesidad de autocuidado frente a las exigencias de la misión en estos tiempos”, afirmó.
Luego de la charla, los sacerdotes celebraron la Eucaristía de la Fiesta de San Luis Gonzaga, que fue presidida por Monseñor Fernando Chomali.
El Rector del Seminario San Luis Gonzaga, Monseñor Bernardo Álvarez, agradeció a Dios “por el Seminario Metropolitano de Concepción, por su historia y tradición. No debemos olvidar que el Seminario es considerado por el Concilio Vaticano II “como el corazón de la diócesis” (OT 5)”.
“Hoy en día, nuestro Seminario es un corazón que late lentamente por la falta de vocaciones en la arquidiócesis, sin embargo, de esta realidad brota un importante desafío, que cada sacerdote con sus comunidades puedan irrigar la sangre de la vida cristiana a todo el cuerpo y fruto de la oración y con la gracia de Dios puedan surgir nuevamente las vocaciones sacerdotales que necesitamos para la misión y el servicio del pueblo de Dios”, enfatizó.
En esta oportunidad, “recordamos y oramos por todas las personas que han sido parte de la formación sacerdotal a los largo del tiempo en el Seminario: obispos, rectores, formadores, profesores, directores espirituales, recordamos al padre Luis Rifo q.e.p.d en el tercer mes de su pascua, el personal que trabajó en el Seminario. Dimos gracias a Dios por experiencias formativas que hasta el día de hoy valoramos profundamente quienes vivimos la formación en el Seminario Metropolitano, de manera particular, las queridas misiones en Tirúa y la cordillera de Nahuelbuta”.
Finalmente, Monseñor Bernardo animó “a los hermanos sacerdotes a renovar nuestra vocación y misión para llevar el Evangelio de Jesucristo a nuevos horizontes y hacerlo con fe, según la experiencia de Abraham, que fue llamado por Dios para salir de su tierra (Gn 12,1). Renovamos nuestra disponibilidad para seguir al Señor dejando atrás nuestra tierra, nuestras seguridades humanas, y así, con la gracia de Dios, recibir mayor libertad espiritual para llevar y compartir a Cristo en el vasto territorio de la misión de la Iglesia de Concepción”.
