La Vicaría de Arauco celebró el Día del Catequista con un encuentro realizado en dependencias de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cañete, el sábado 11 de mayo.
La Coordinadora del Departamento de Evangelización y Catequesis de la Arquidiócesis de Concepción, Hermana Cecilia Osses, explicó que si bien la Iglesia chilena invita a celebrar el Día del Catequista el 11 de mayo, en la Iglesia de Concepción se celebra de distintas formas. Es así que “un año se hace a nivel diocesano, otro año a nivel de decanato y el tercer año a nivel parroquial. Este año corresponde como decanato, por lo que no celebramos un día, sino el Mes del Catequista y durante todo mayo los distintos decanatos van realizando su celebración”.
El encuentro, en que participaron catequistas de todas las parroquias de la Vicaría de Arauco, comenzó con un momento de acogida y un desayuno. Luego el Párroco de Cañete, Padre Gilberto Matuz, abordó el tema: “La oración en la vida del catequista”.
Al mediodía, el Vicario Episcopal de Arauco, Monseñor Oscar García, presidió la Eucaristía. Y en el momento de la presentación de las ofrendas, fueron llevados al Altar alimentos no perecibles que serán entregados a los más necesitados.
Al término de la Santa Misa, los catequistas renovaron el compromiso de seguir sirviendo en sus parroquias. Y se entregó un presente a los catequistas más antiguos de cada comunidad.
El encuentro finalizó con un almuerzo, que concluyó con cantos y bailes, animados por un mariachi.
Monseñor Oscar García afirmó que “es una bendición podernos encontrar, como Vicaría de Arauco, con catequistas de todas las parroquias” y expresó su agradecimiento “porque son los primeros que nos ayudan a los párrocos y obispos a transmitir las verdades del Evangelio, para dar a conocer a Jesucristo y que quienes lo conozcan tengan vida y vida en abundancia”.
“Estamos sumamente agradecidos porque son nuestras manos extendidas, que hacen visible lo que el Señor quiere para que tantos hermanos nuestros, niños, adolescentes y jóvenes, lo puedan conocer. Es un agradecimiento enorme a todos ellos y sobre todo a quienes llevan muchos años prestando este servicio con vocación, con convicción, con fe, haciendo vida lo que ellos creen y llevando los valores del Evangelio a las realidades particulares, como signo de esperanza y de alegría”, destacó.
