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Voluntarios de Misión País acompañaron a comunidad de Laraquete: “Se nota que Dios está presente”

Publicado el: 6 Febrero, 2024

Con gran entusiasmo y un profundo deseo de evangelizar, cerca de 30 voluntarios de Misión País acompañaron a la comunidad de Laraquete, entre el 27 de enero y el 4 de febrero. Estos jóvenes forman parte de los 150 misioneros repartidos entre esta comunidad y las de San José de Colico, Arauco y Pichilo.

Los misioneros iniciaban su día con la oración de la mañana, luego tenían formación y posteriormente salían a misionar. Además, en las tardes, realizaban talleres para niños en las dependencias de Casa Abierta Arauco y talleres para adultos mayores en el salón de la Capilla Inmaculada Concepción, donde luego participaban junto a la comunidad en la Santa Misa. 

Gabriel Vargas, quien tiene 21 años y es Jefe de Zona, relató que durante las misiones los voluntarios “van hablando con la gente, les preguntan cómo es Laraquete, cómo son ellos, cómo es su vida y si es que tienen alguna cercanía con Dios”. En ese contexto, explicó que en Laraquete no hay tantos católicos como evangélicos y también hay gente que no tiene mucha fe, “entonces partir es un poco duro, pero comienzan con una conversación un poco más simpática y, en general, a medida que van pasando los minutos se va profundizando y llega a ser inevitable hablar de Dios, que es algo súper bonito”

Además, valoró que a veces la misión “no necesariamente es en dirección hacia las personas de Laraquete, sino que ocurre al revés. Los voluntarios son misionados (…) Aquí tenemos la suerte de tener muchos voluntarios nuevos, quienes crecen y aprenden con las vivencias que las personas les comparten, entonces es una cuestión bidireccional, que es muy bonita”. 

Asimismo, Josefa Schneider, quien tiene 20 años y es Jefa de Zona junto a Gabriel, afirmó que “hay muchos voluntarios para los cuales ésta es su primera misión (…) pero tenemos el agrado de que muchos de ellos vienen buscando a Dios y como vienen con esa predisposición realmente lo han encontrado. Y se nota mucho que están contentísimos. Me dicen que es muy distinto a cualquier cosa que tenían pensada, muy distinto a mejor. La verdad es que cuando está Dios presente se nota, y todos tienen tan buen corazón y tan buena disposición que se da todo por pagado”. 

Respecto a la recepción de la gente, señaló que “hay de todo, pero lo que más hemos visto en Laraquete es harto adulto mayor que está solo. Al inicio dicen “estoy ocupado”, pero después nos empiezan a sacar conversación. Y claro, es porque tienen tantas cosas que decir y están solos. Entonces, ya sean católicos, evangélicos o agnósticos es gente que quiere expresarse y ahí nosotros los escuchamos, los ayudamos en lo que podemos y ellos están agradecidos. Y al final en esa solidaridad está Dios”

Mostrar lo feliz que te hace Jesús

Gabriel explicó que han encontrado gente que está muy bien, con la que han podido tener una muy buena conversación, pero igualmente “hay gente que está muy mal, muy sola, enferma y enferma de espíritu también. Entonces, la misión también significa llegar al corazón de esa gente y decirles que si tienen algún sufrimiento o si no entienden qué sentido tiene lo que están haciendo, nosotros les queremos hablar un poco del sentido que nosotros conocemos”. 

“Para mí misionar es eso, es llevarle a la gente a Dios, decirles quien es Dios, no sólo decirlo, sino que lo vean en nosotros, mostrárselos, y que eso vaya acompañado de un profundo sentido de hermandad y amor”, destacó. 

Mientras que para Josefa “misionar es la alegría más grande que he sentido en todo el año. Creo que con el día a día uno se atrapa demasiado en los quehaceres, y luego salir un poco de uno para poder buscar el encuentro con el otro, eso realmente llena el corazón”

Por su parte, Sergio Bobadilla, de 20 años, aseveró que para él “estar en misión significa entregar el mensaje de Cristo, no necesariamente por medio de palabras, sino que sobre todo por medio de las acciones. Intentar transmitir al mundo ese amor y esa alegría que nosotros como misioneros sentimos. Es como cuando a ti te dan una buena noticia o estás feliz por algo y te dan ganas de contárselo al resto. Yo creo que misionar es eso: poder mostrarle al resto del mundo lo feliz que te hace Jesús”

En tanto, Tomás Castillo, de 22 años, expresó que “misionar es un constante entregar amor a las personas y también recibir amor al escucharlos, es muy lindo. Me recarga las energías poder ayudar, poder cooperar. Ver las sonrisas de las personas es algo súper llenador y que le recomiendo a todos”. En ese sentido, animó a otros jóvenes a que acepten las invitaciones a misionar y se sumen, pues “se conoce mucha gente y se forma una familia”. 

Asimismo, Magdalena Puente, de 23 años, indicó que para ella “la misión significa acompañar, acercar a Dios a las personas que se sienten solas, que se sienten alejadas de la Iglesia. Significa también acercarse y acompañar en el proceso al resto de los compañeros con los que estamos misionando, siempre guiados por la Virgen del Carmen”. Además, comentó que “ha sido una experiencia muy linda, de hecho ha superado totalmente mis expectativas. Estamos todos en la misma sintonía, la gente es muy amable, muy amorosa y se nota que Dios está presente”.

Jóvenes que confían en Dios

Entre los miembros de la comunidad que agradecieron la presencia de los misioneros, se encuentra Nora Rivera, de 84 años, quien dijo que “parece que estuviera en medio de los ángeles aquí, porque cierro mis ojos y hasta lloré un poco, porque los encuentro tan amorosos, tan tiernos, tan linda esta juventud, tan sana. Son jóvenes que confían en Dios y hablan de la Palabra de Dios. No puedo decir el gozo que siento en mi corazón”

En ese contexto, expresó su deseo de que “sigan igual, que sean jóvenes de bien, que sirvan a la comunidad, que sirvan a los viejos, porque muchas veces uno se siente solo, pero llega la juventud que le da alegría a uno, esa alegría linda e innata que les sale a ellos. Que Dios los bendiga y que les vaya bien en sus estudios, que confíen en que Dios está a su lado. Gracias por esa alegría y por esa simpatía que me dieron”. 

Los jóvenes de Misión País en Laraquete han sido acompañados por el Padre Víctor Álvarez, el Padre Pablo Leiva, el Padre Luis Roblero, y también por el Administrador Diocesano de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez; y el Obispo Auxiliar, Monseñor Oscar García. Además, es importante mencionar que se trata de jóvenes de educación superior, cuyo trabajo de misiones se coordina en la Parroquia Universitaria de Concepción. 

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